En el formato antiguo de la Copa Libertadores de América, acudían sólo dos equipos por país, y cada grupo tenía a dos cuadros de una federación y otros dos de otra.

En 1991, versión que a la postre ganó Colo Colo, argentinos y bolivianos compartieron grupo, y en el último partido Boca Juniors le tocó ser juez en la definión del mismo, porque se enfrentaban a Oriente Petrolero en La Bombonera, y si vencían a los altiplánicos, se clasificaban a octavos de final los Millonarios, pero un empate hacía pasar al equipo boliviano, algo que ocurrió en definitiva.

Ese 0-0 es una de las historias negras de la Copa Libertadores, y el comentarista y ex jugador de Boca, Diego Latorre, reconoce que su equipo no quiso ganar jamás el partido por presión de la barrabrava.

“En la semana previa hubo algo con el Abuelo (Jefe de la 12, barra de Boca Juniors). Yo no lo sufrí tanto en carne propia porque me llamaba con un tono conciliador. Cada vez que jugábamos contra River o teníamos un clásico, levantaba el teléfono y escuchaba su voz: ‘¡Nene, mirá que el domingo hay que ganar’. Yo tenía 20 años, y le decía que sí”, comenzó su relato.

Latorre aclara que antes de este partido ante Oriente Petrolero, el capo de la barra los llamó, pero en otro tono: “con un tono intimidatorio. ‘Miren que el viernes hay que dejar afuera a River. Tienen que empatar porque si no se pudre todo’. Ese fue el mensaje. Ese partido ya íbamos condicionados. Yo puedo garantizar que Tabárez no sabía nada de nada. Es más, yo arranqué en el banco. Como el partido estaba trabado, me hizo ingresar para ganarlo”.

Pintita cuenta que estuvo cerca de hacer un gol, y fue duramente recriminado por sus compañeros más grandes.

“La primera que toqué fue al palo. Yo sabía todo. Y me miraron. Entré para ganar el partido. Vino un compañero y me dijo: ‘Nene, la puta que te parió. Quédate al lado mío, no te muevas porque te voy a cagar a trompadas’. Yo tenía 20 años. ‘Nene, no te muevas’. Veníamos de momentos bravos. La 12 había entrado un par de veces al vestuario. No con armas de fuego, pero sí entraron a apretar. El domingo te pinchaban la rueda o llamaban a tu familia”, cerró.

Diego Latorre en sus primeros años de carrera en Boca Juniors (El Gráfico)