Con una chilena de Carlos Muñoz a los 75′, Santiago Wanderers rescató un empate 1-1 ante San Marcos de Arica este miércoles en la Primera B. El punto dejó a los caturros con 15 unidades y en el séptimo lugar de la tabla de posiciones, aunque arriesgan perder eso y más.
¿El problema? El duelo no debía jugarse, pues no contaba con la autorización ni de la Delegación Presidencial de Quillota ni de Carabineros. El informe de las autoridades afirmaba que no estaban las condiciones de seguridad para el duelo, que igualmente partió a las 15:30 horas en el Nicolás Chahuán.
Horas antes del partido, los caturros no recibían autorización para jugar en La Calera (el Elías Figueroa no estaba disponible para usarse) y amenazaron que lo harían de igual manera. Y así pasó. Ahora, les cayó el reto del delegado presidencial, que advirtió que buscarán responsabilidades y graves sanciones.
“Queremos señalar que la ANFP tiene la obligación de informar los cambios de la programación de los partidos, tanto a Carabineros, como a Estadio Seguro, y aquello no sucedió. A eso se suma que Carabineros nos envió un informe negativo sobre esta actividad”, indicó José Orrego.
“Condenamos la insistencia Santiago Wanderers de realizar un evento sin autorización, no respetando el reglamento ni las normativas vigentes. Como Gobierno vamos a perseguir las responsabilidades y buscar las máximas sanciones posibles por la realización de este evento”, agregó.
Desde el Decano, el gerente Cristian Chahuán respaldó duramente la decisión de jugar el partido y afirmó que defenderán el club “con las todas las herramientas de la ley, y si esto tiene que tener costo económico, prefiero no pagarlo y si hay que pagar con cárcel, que me metan preso, asumo toda la responsabilidad”.