El gremio de los representantes de futbolistas en Chile está en alerta. El gremio, que se constituyó oficialmente como asociación en marzo, ha recibido las esquirlas del fracaso de la selección chilena en el camino al Mundial de Qatar 2022, y existe molestia.
De hecho, el presidente de esta nueva organización, el agente José Luis Carreño, le respondió en duros términos al periodista Hugo Marcone, que en radio Infinita aseguró hizo durísimos descargos sobre la participación de estos actores en la actividad nacional.
"El fútbol chileno está secuestrado por la mafia de los representantes y los empresarios y esa es una realidad, como cuando las poblaciones están invadidas por los narcotraficantes. Esto es una mafia, el fútbol chileno está regido por una mafia. Y la gente decente que había, también está capturada por ellos", advirtió el comunicador.
En su perfil de Instagram, Carreño le puso coto al asunto: "Como presidente del gremio de agentes del fútbol de Chile, rechazo categóricamente el periodismo irresponsable que se puede observar cuando se categoriza como 'mafia' a nuestro rubro, de manera generalizada".
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El post agrega que "es importante saber que hemos estado trabajando incansablemente para poder transparentar nuestra labor. Es urgente destacar que en cada profesión u oficio hay buenos y malos elementos".
La Asociación Gremial de Agentes de Fútbol de Chile se formó con la presencia de una quincena de representantes nacionales, pero en ella no se incluyen dos de los más cuestionados, Fernando Felicevich y los que integran el grupo AIM.
¿Es correcto que los representantes sean dueños de clubes chilenos?
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Sin embargo, la organización ya ha tomado contacto con entes reguladores, como la ANFP y la FIFA, para garantizar en el futuro que los representantes actúen con respeto por las reglamentaciones vigentes, que limitan, por ejemplo, la propiedad de clubes.
En ese sentido, advierten que figuras como Felicevich serán parte de la fiscalización que tenga este sector, en coordinación con distintas agrupaciones de tenor similar que han surgido en el fútbol de Sudamérica y el resto del mundo. ¿Serán capaces?
