La incorporación de Diego López como entrenador de Universidad de Chile parecía la solución indicada para los cerebros de Azul Azul. Sin embargo, la racha en que tiene inmerso al conjunto azul suena como una maldición en la carrera del entrenador uruguayo, que sufrió un despido y un descenso en los dos equipos donde acumuló seis o más partidos sin ganar.

Desde su llegada al país, Memo sólo ganó un partido de siete en el Campeonato Nacional, el 2 de julio ante Unión La Calera (2-1). Luego empató 1-1 ante Antofagasta y Unión Española, y perdió frente a Ñublense y O'Higgins (0-1), Colo Colo y Curicó Unido (1-3). Es decir, lleva seis juegos sin victorias y el equipo está al borde de la zona de descenso directo.

La U eligió al uruguayo para salir del hoyo, pese a los negativos antecedentes que adelantaba RedGol en mayo. "Estamos confiados en el trabajo que pueda hacer. Para nadie es misterio que estamos en una posición que por historia no es la que este club debe tener, estoy seguro de que vamos a salir de esto y que Diego será una pieza fundamental", dijo el presidente de Azul Azul, Michael Clark, el 6 de junio.

¿En qué se basaba esa confianza? ¿En las alabanzas de Mauricio Pinilla a quien fuera su entrenador en Cagliari? ¿En la campaña local en Peñarol, equipo que ganó 51 campeonatos en Uruguay? Lo claro es que López hoy está contra las cuerdas, porque nunca pudo revertir una racha tan mala como la que lleva el conjunto universitario.

Los fríos números que condenaron a Diego López
 

Hay quienes dicen que los números no juegan. Pero están ahí, para nutrir el debate futbolístico y en el caso particular de Diego López, pueden dictar una dura sentencia. Hoy lleva seis partidos sin ganar en la liga chilena, la peor racha de su carrera como entrenador, sólo superada por ocho duelos sin victorias en Palermo (2017) y siete en Brescia (2020).

La primera historia es de locos. El uruguayo fue el cuarto técnico de la campaña 2016/17 del conjunto rosanero y fue cesado tras caer goleado 4-0 ante Milan, en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones. Ya sin fe, la dirigencia del elenco siciliano puso al técnico de los juveniles a cargo, para consumar el descenso unas semanas después.

¿Una curiosidad? En esa campaña, López utilizó a Pinilla -que jugaba en el Genoa- como ejemplo. "Si nos fijamos, es un jugador que cuando apunta al arco, remata violentamente. También se puede fallar, pero a la portería. Trataré de hacer llegar este mensaje a los chicos: tienen que rematar para hacer goles", dijo en una extraña conferencia.

La otra experiencia de mala racha para el técnico vino tres años después con el Brescia, su última estación antes de arribar al CDA. El hombre llegó en febrero de 2020 a salvar a un equipo que estaba penúltimo en la tabla y cuya figura era Mario Balotelli. Pero el comienzo fue del terror, con tres empates y cuatro derrotas, la última 6-0 ante el Inter.

El sol salió tarde para el oriental, que celebró dos victorias en 16 partidos y perdió la categoría a cuatro jornadas del final. Así y todo fue confirmado para dirigir a las Golondrinas en Serie B, con el objetivo de ascender, pero como la cosa no mejoraba, fue despedido definitivamente en diciembre.

¿Cómo terminará la historia de Diego López en Universidad de Chile? El final no está escrito, pero los dos antecedentes de una racha negativa como la actual terminaron en una dura condena para el tecnico que guía los destinos del atribulado elenco universitario.