Una verdadera teleserie es la que se vive en estos minutos en el fútbol italiano, con uno de sus equipos más emblemáticos. Se trata del Hellas Verona, que después de un arranque paupérrimo en la Serie A -cinco puntos en nueve partidos y cuatro derrotas consecutivas- sentenció el despido de su entrenador, Gabriele Cioffi.

Aquí aparece en escena un conocido del fútbol chileno. Nada menos que Diego López, el uruguayo que en septiembre fue cesado como técnico de Universidad de Chile y aparecía con la primera opción de tomar el relevo, pese a que sus últimos antecedentes (un 35 por ciento de rendimiento con la U) no daban para grandes sueños.

De acuerdo a la prensa del Veneto, la información sobre el desembarco de López no cayó bien dentro del plantel. De hecho, Telenuovo aseguró que los jugadores del cuadro gialloblú quedaron "perplejos" cuando vieron el nombre del ex entrenador de la U como principal candidato y no tardaron en hacer ver su molestia.

El reporte también asegura que López es "amigo íntimo" del director deportivo del Verona, Francesco Marroccu, quien en su minuto lo llevó a Cagliari y a Brescia. Pero las redes no fueron suficientes para convencer a la totalidad del club y en particular al presidente y socio mayoritario, Maurizio Setti, quien dio vuelta el panorama.

Ya el martes había entrenador de manera interina el DT del equipo primavera o de proyección, Salvatore Bochetti. Por la tarde, se valoró la posibilidad de que fueran él junto a López quienes encabezaran al plantel, pero el uruguayo sólo quería trabajar con su equipo. El plantel reforzó a Bochetti como su candidato y le cerró la puerta al ex técnico de la U.

De esta manera, la prensa local asegura por estas horas que la llegada de López está absolutamente caída y sólo un "giro insólito" puede cambiar el panorama. Bochetti no tiene la licencia necesaria para la Serie A, pero es un tema que se puede consensuar si su estadía se extiende más allá del Mundial de Qatar 2022.

En cualquier caso, parece que este año no será el de López. Luego de sus traumáticos meses en Universidad de Chile, donde ganó apenas un partido en el Campeonato Nacional y dejó al equipo casi en zona de descenso, el uruguayo no tendrá una nueva oportunidad para redimirse.