Universidad de Chile cayó 3-0 contra Universidad Católica y parte de la hinchada que llegó hasta el Estadio Nacional mostró su molestia entrando a la cancha, donde se acercaron a los jugadores para señalarles el malestar generalizado de la barra.
Ese hecho fue consignado por el árbitro del encuentro Julio Bascuñán, por lo que el Tribunal de Disciplina ahora deberá escuchar los descargos del club universitario antes de imponerle una sanción, la que probablemente radique en que los azules terminen el torneo sin público local en las tribunas.
"Al término del partido un grupo indeterminado de hinchas entran al terreno de juego teniendo que ser, jugadores como cuerpo arbitral, escoltados por guardias de seguridad", es lo que señala Bascuñán, sin entrar en mayores detalles.
Un hecho que complica a los azules, debido a que es probable que se imponga una sanción que determine jugar con el estadio vacío, tal como pasó el año pasado cuando hubo invasión en Rancagua en el duelo contra Curicó.
Los partidos que le restan a la U como local son Coquimbo Unido, Audax, Everton y Cobresal. El duelo más próximo, ante los piratas, sí será con público debido a los tiempos que se toma el Tribunal para decidir y las posibles apelaciones que haga el club.
En la U tienen claro que el castigo es difícil de evitar, aunque emitieron un comunicado público asegurando que realizaron todo el trabajo posible para aumentar la seguridad en el Estadio Nacional.
"Reforzamos nuestro plan de seguridad habitual, cumpliendo por encima de la norma con todos los requerimientos que nos hicieron las autoridades", asegura la institución en el comunicado público que señalaron.
"El club realizó su máximo esfuerzo para que el hito de volver al Estadio Nacional resultara de la mejor manera desde el punto de vista operativo. Los actos vandálicos que se produjeron tras el pitazo final empañan un enorme trabajo", agregaron.
