Uno de los estímulos de ganar la Copa Chile es que el campeón obtiene pasajes directos a la próxima Copa Libertadores, como Chile 4. Pero si ese equipo está entre los tres primeros del Campeonato Nacional, obtendrá su boleto por la liga (Chile 1, 2 o 3) y le traspasará el cupo al subcampeón de la Copa Chile. Hasta ahí todo bien.

El problema es que existe una circunstancia que puede dejar sin Libertadores al finalista derrotado. De acuerdo a las bases de la próxima edición del torneo continental, los equipos que juegan este certamen deben jugar en la Primera División de sus países o ser "campeones" de la copa. Es decir, si el finalista está en la B en 2023, no tendrá Libertadores.

Según informaron a Redgol en la ANFP, la anomalía llevará a que el directorio defina en función del artículo 81 de las bases, que indican que "en caso de que el subcampeón de Copa Chile esté imposibilitado de participar en la Conmebol Libertadores (...) su lugar lo ocupará el mejor ubicado en la tabla de posiciones del Campeonato".

Es decir, si se da este enredado escenario al término de la Copa Chile, el favorecido será el cuarto lugar del torneo nacional, que hoy disputan Palestino, Audax Italiano, Universidad Católica, Unión Española, O'Higgins y Cobresal.

¿Qué equipos pueden perder el boleto a Copa Libertadores?
 

Nadie quiere aparecer en este ránking, pero cinco de los ocho cuartofinalistas de la Copa Chile pueden ser subcampeones de Copa Chile y jugar el próximo año en Primera B, por lo que perderían el boleto a la Copa Libertadores en caso de que el campeón herede su cupo.

Los comprometidos son Magallanes y Cobreloa, que están efectivamente en la división de plata, más los urgidos por el descenso en Primera División: Huachipato, Universidad de Chile y Antofagasta. El tiempo dirá si se puede dar este castigo extra para los equipos de la B.