En medio de la merecida celebración del campeonato por parte de Universidad Católica, Germán Lanaro valoró el momento que vive a nivel de equipo e individual, e incluso reconoció su ilusión por vestir finalmente la camiseta de la selección chilena.

El defensor cruzado subrayó que "por todo el torneo, me parece que hemos sido los mejores y desde dentro sabíamos que era cuestión de tiempo el hecho de conseguir el título. De la manera que se cortó el torneo no lo quería nadie, pero así se dio", dijo en conversación con Radio Futuro.

Ahí fue donde apareció Claudio Borghi para preguntarle si todavía estaba en pie la posibilidad de que, en su condición de nacionalizado chileno, pudiera finalmente vestir la camiseta de la Roja. Aunque a los 33 años, lo ve complicado.

"Lo tuve en otro momento, hoy estoy muy abocado en lo que respecta a mi club. Cuando uno hace las cosas bien, obviamente se abren oportunidades, es un sueño para mí y las esperanzas no las voy a perder, pero hoy lo veo lejano. Hay un tema de encontrar un equipo de gente más chica que se vaya haciendo un nombre, pero son sueños que uno no deja de tener", señaló.

Sobre la opción de que Gustavo Quinteros no siga como entrenador cruzado, Lanaro reconoció que "queremos que esté y sea parte de lo que se viene para el club, dentro de sus posibilidades. Nadie está seguro de que en enero las cosas vuelvan a la normalidad, se tienen que ver muchas cosas antes de tomar una decisión", agregó.

Y también habló de su hermano Gustavo, que es delantero de Wanderers, equipo que pese a tener la mayor cantidad de puntos en Primera B no recibió el título de campeón y se canceló la posibilidad de ascender a Primera.

"Fue una injusticia por la ventaja deportiva que tenían a tres fechas del final del torneo se debería haber respetado. Está bueno que todo el pueblo de Valparaíso se manifieste. Como familia uno lo sufre, porque se hizo un esfuerzo todo el año y es feo que no lo reconozcan. además hubiera sido lindo que los dos alcanzáramos un logro personal", completó.