Mónica Ramos, como se dice coloquialmente, sacó a la luz la situación en Gran Hermano Chile y expresó su molestia con algunos participantes al sentirse excluida de las actividades cotidianas. La concursante, de 77 años, reveló que opta por ser “ciega, sorda y muda” dentro de la casa para evitar conflictos y mantenerse al margen de las situaciones que puedan surgir. Esta posición la ha llevado a sentirse apartada por algunos compañeros. Descubre sus dichos y el apoyo de su compañera Coni a continuación.

Monica llora en la casa estudio y Coni apoyó a la participante

“Me he sentido sola, hace mucho tiempo que estoy sola en mi pieza habiendo otras personas y yo calladita nomás”, confesó. La mujer de tercera edad comparte la habitación con Constanza Capelli y Jennifer Galvarini, más conocida como Pincoya.

Por su parte, Jennifer le explicó que siente que las cosas cambiaron, pero Coni insistió en que no. “Yo creo que hay cosas que usted quizás no ve o no entiende y que pasan acá dentro (…) pero no es nada contra usted“, continuó.

“Mis sentimientos hacia usted no han cambiado. Quizás no le hablo tanto como antes, quizás no me di cuenta y quizás sí la veo mas solita que antes. Pero, mi Moni, no crea que algo haya cambiado de mi parte hacia usted”, le dijo Coni con evidente emoción.

“Usted siempre ha estado para mí en los momentos más difíciles. Yo soy una mujer súper leal y yo no me olvido de eso, y a mí me da pena que usted se sienta triste”, complementó.

Finalmente, Mónica le respondió entre lágrimas que “ya no quiero nada más”, pero tras la insistencia de la bailarina, la mujer quiso conversar este tema en otra ocasión y con mayor profundidad, para así finalmente sentenciar este malentendido.