Pantera lo hizo otra vez, o al menos lo que alcanzó a venir de la banda. Este lunes se vivió el segundo espectáculo de la resurrección del grupo a más de 20 años desde que tocaron por última vez. Con Phil Anselmo como el único miembro original sobre el escenario, lo que se ofreció fue simplemente tan demoledor que poco importó que el bajista Rex Brown no pudiese llegar a las citas en Chile.
La fanaticada entró en calor con Sepultura que, como banda invitada, no se quedó corta ni en las proporciones de su espectáculo ni en el recibimiento que tuvo de parte del público. Cada una de las apuestas musicales de los brasileños fue un contundente manifiesto de la potencia que aún los mantiene vivos a pesar de la partida de varios miembros fundadores.
Los presentes se entregaron a las interpretaciones, mientras los artistas recorrían lo destacado de su discografía temprana, como Propaganda, Refuse/Resist, Ratamahatta y la infaltable Territory, pero también al momento de dar unos pincelazos a su material más reciente con Agony of Defeat, Means to an End o Isolation, todas incluidas en su más reciente álbum conceptual Quadra, editado en 2020.
Con la música desatada, el cabeceo intenso no se hizo esperar, mientras el guitarristade Sepultura , Andreas Kisser, pedía que se olvidaran de los mosh pits tímidos y se comprometieran con lo que estaba pasando: “una celebración del metal, una celebración de la vida”.
Inocentemente, uno de los asistentes se adentró entre la masa de cancha con un tarro de cabritas y una bebida; la temeraria empresa del pobre sujeto quedó en una absurda anécdota, cuando Sepultura hizo sonar Roots Bloody Roots, uno de los temas del álbum más emblemático de la banda Roots (1996). El tarro voló por los aires, el brebaje derramado en el piso aceleró el movimiento de quienes lo rodeaban; el ambiente no estaba para un ejercicio de mera contemplación con un snack, esto era pura energía.
Todo mientras Phil Anselmo presenciaba el espectáculo desde el costado izquierdo del escenario, oculto entre los case de los instrumentos. En el fondo, era la tentativa para saltar a hacer una pequeña colaboración en vivo con los brasileños. El de Pantera hizo la previa con la banda invitada a su propio show. Y es que ambos grupos tienen historial, son incontables las oportunidades en que han compartido en festivales, pero también en sus propias giras de los noventas. El vínculo ya estaba hecho y hasta ahora no se borra, así lo recalcó varias veces durante su presentación el vocalista Derrick Green, sobre todo al concluir en lo alto para dar paso plato principal de la velada.
¿Cómo fue el concierto de Pantera en Chile?
A las 22:00 horas, el video bautizado como A Vulgar Legacy apareció en las pantallas del Movistar Arena para captar la atención de los fans. Una revisión con las peripecias noventeras de los músicos originales de la banda, registros históricos, básicamente imágenes que son reliquias.
A New Level entró con todo su poder al ver caer el gigantesco telón con el logo de Pantera, como hito indiscutible sobre el comienzo del espectáculo.
“Cada una de las notas que tocamos aquí arriba es por Dimebag y Vince. Haremos lo mejor para que estén orgullosos”, aseguró con convicción Phil Anselmo, incluso antes de saludar a los presentes.
Mouth for War, Strength Beyond Stregth y Becoming le siguieron. Pero no hay que equivocarse: el set bien puede ser muy similar a lo que los estadounidenses ofrecieron en el marco del Knotfest el domingo en su poderosa primera intervención en su reencuentro con Santiago, pero ahora sonaba distinto, más estruendoso, con mayor fidelidad, sin las inclemencias del viento. El reducto del Parque O’Higgins sin duda ayudó a que el combo le llegara directamente a la cara de los fanáticos y que agradecieran esa demostración sónica.
I’m Broken, esa canción que habla de la sensación vulnerabilidad que en algún momento sintió Anselmo, fue momento para pirotecnia. Fuegos por los aires desde el fondo del escenario, acariciando la espalda del también integrante de Anthrax Charlie Benante, mientras estrujaba la batería que alguna vez perteneció a Vinnie Paul Abbott.
Entonces, se dio espacio a la justificación. El líder de Pantera intentó dar explicaciones una vez más por la ausencia de Rex Brown, tal como lo hizo en el Estadio Monumental 24 horas antes. Durante el Knotfest, Anselmo aseguró que su baja respondía a problemas de salud. Misma argumentación entregó la productora Transistor a través de un comunicado con las excusas. En tanto, Radio Futuro reportó un contagio del bajista con COVID-19, por lo que tras su paso por Colombia, optó por devolverse desde Bogotá a Estados Unidos, sometiéndose a cuarentena.
Tras la participación en festival del domingo, Pantera compartió en Instagram unas palabras del mismísimo Brown explicando la realidad de las cosas: “¡Me agarré una cepa muy leve de Covid, pero debido a nuestros propios protocolos, simplemente no quiero arriesgarme a enfermar a mis hermanos o al equipo! Me siento mejor y estoy en camino a una pronta recuperación. ¡Feliz malditas Navidades y nos vemos el próximo año!”.
“Pero cuando nuestro nuestro hermano Rex cayó, en menos de 24 horas, el maldito Derek Engemann estuvo aquí para reemplazarlo”, comentó Phil este lunes, celebrando el apoyo del bajista de Cattle Decapitation para poder concretar los shows en Chile.
Y la gente se tomó en serio lo de sacar a relucir todo el entusiasmo posible para honrar a los ausentes, porque para la llegada de 5 Minutes Alone, esta vez los mosh pits fueron demasiado para algunos entusiastas, o quizás la edad pasó la cuenta: así se pudo ver como entre dos amigos sacaban arrastrando a un tercero, completamente sudado e inconsciente, en busca del oxígeno que el show le arrebató.
This love y Walk fueron el ejemplo innegable del contacto de Pantera con su público. Puños en alto y siguiendo el golpe de las líricas de cada una de esas canciones, más de 15 mil almas rindieron pleitesía al estandarte del heavy metal que tenían en frente. Esto mientras Zakk Wylde dejaba claro por qué lo escogieron para completar la formación con cada uno de sus impresionantes solos en la guitarra.
Y como el clip del inicio además de las palabras previamente expresadas por Anselmo nunca seránsuficientes. El revival de Pantera también comprende un homenaje a Dimebag y Vinnie primero con Cemetery Gatesde fondo y luegouna emotiva versión en vivo de Planet Caravan con las imágenes de los desaparecidos músicos una vez más en las pantallas. Pasajes de conciertos, escenas tras bambalinas, algunas que simplemente los muestran compartiendo como banda y por supuesto con los fans, elevan la memoria del guitarrista y el baterista que en algún momento fueron la sangre de esta maquinaria que hoy resucita con apoyo cerrado de los nuevos músicos en la alineación y también de los fieles seguidores.
Sólo dos canciones separaron el setlist del Knotfest en comparación con lo que el grupo hizo en el sideshow: Use My Third Arm y Yesterday Don’t Mean Shit, sumando un total de 14 canciones en una hora y media de presentación que, posteriormente y de manera inevitable, culminó con el himno que inspira las siglas (CFH) que acompañan a Pantera a todas partes: Cowboys From Hell, en un remate simplemente épico.