Kika Silva confesó que está enfrentando un complejo comento al permanecer en cuarentena por el coronavirus. Y no es tanto por el bullying que recibió al descubrir cómo se hacían las papas fritas, sino que es un tema de la sensación de soledad, y por lo que confesó que ahora sí que le gustaría tener una pareja que la acompañara.

 

La afirmación la lanzó en conversación con Angélica Castro y su programa en Instagram "Velvet al Desayuno", donde aseguró que cuenta tres semanas sin poder dormir bien.

"Ayer terminé de trabajar a las 21:30 y me tomé un remedio para dormir y a las 4:30 am. seguía despierta, es el estrés de cuarentena, estoy todo el día a mil", contó la rubia.

Silva no se ha quedado corta a la hora de intentar diferentes cosas que le permitan dormir mejor, "ya probé melatonina, aromaterapia, manzanilla natural y no soy de remedio, pero no me queda otra. Está más en la cabeza, ha sido de locos, he usado de todo, tiene que ver con la época que estamos viviendo".

Por lo mismo, recalcó que echa de menos a sus cercanos. "Por primera vez en mi vida tengo ganas de tener un pololo, para no estar tan sola en la noche. A mi mamá le acaban de descubrir diabetes, no puedo ver a mi familia hace casi dos meses y soy la única que está aislada de la familia porque soy la única que no vive con mis papás".

Aún así, Kika Silva se mantiene positiva ante lo que le ha tocado vivir. De hecho, tiene varios proyectos en mente, porque "donde hay crisis hay oportunidades, un negocio nuevo, una faceta que no conocía, todos tenemos que aprender con esta situación, nos están pidiendo a gritos que lo hagamos, si no nos ponemos las pilas de cambiar cosas ahora, no hay vuelta atrás".

Y sobre el comentado episodio de las papas fritas también comentó que "soy llorona terrible, soy muy sensible, pero después me empecé a reír. No es momento para ponernos graves".

"Muchas de las personas que me escribieron mala onda nunca en su vida han cocinado una papa frita. Si uno no tiene problemas en la vida, uno no aprende", concluyó.