A pesar del gran número de nominaciones el reguetón no logró imponerse en los Latín Grammy, si no que esta vez fue el turno de las leyendas musicales. Bad Bunny, Ozuna y J. Balvin con varias nominaciones estaban entre los favoritos para llevarse las estatuillas, sin embargo, no pudieron conseguirlo.
La mexicana Natalia Lafourcade se quedó con el premio más codiciado de la noche, el del álbum del año, por “Un canto por México, Vol. 1” noveno álbum de estudio. Los otros dos Latín Grammy se los llevó por su canción “Mi religión” y “En Cantos“, lamentablemente para los fans, la líder de la Forquetina no estuvo presente para recibir los galardones.
Por otro lado, el colombiano Carlos Vives también se llevo tres premios en la categoría Mejor Álbum Contemporáneo/Fusión Tropical con “Cumbiana” y Mejor Canción Tropical con “canción para Rubén” y Mejor Video Musical Versión Larga con su documental “El Mundo Perdido de Cumbiana”J Balvin era uno de los favoritos de la noche al ser el artista más nominado y tras romper el récord Guinness establecido por Calle 13 en 2011 del artista con el mayor número de nominaciones en un certamen. Sin embargo, a pesar de las 13 nominaciones, Balvin solo obtuvo un Latín Grammy en la categoría “mejor álbum de música urbana” por su disco “Colores”.
Otra de las leyendas latinas que marcó la noche fue Alejandro Sanz quien se llevo el premio a Mejor Grabación del año por Contigo, y Residente se llevo la canción del año con su tema “René” y también se alzó como ganador por la mejor canción de rap/hip hop con “Antes que el Mundo se Acabe” .
Residente estuvo presente para agradecer a los presentes, a sus fans y también para aconsejar a los otros nominados diciéndoles que no dejen que los likes o los seguidores en redes sociales controlan la forma de hacer su carrera “el arte para mi esta hecho para que seamos reflecto de todo lo que nos afecta, esta hecho para hacernos sentir libre y digamos lo que sentimos sin miedo, aunque nos cuente la vida”.
Añadió además que “esta noche veo mucho talento, pero también veo miedo. Miedo a que no los metan en la lista de Spotify, miedo a no vender. En el arte no se puede tener miedo, Esa es la diferencia entre ser un negociante y un artista”.