Una nueva bomba se ha dejado caer en medio del escenario en el juicio que sostiene el camarógrafo José Miranda en contra de José Miguel Viñuela, después de que el animador le cortó el pelo al profesional al aire y sin consentimiento en medio de "Mucho Gusto", en julio pasado.

La semana pasada, el 23° Juzgado Civil de Santiago rechazó las excepciones dilatorias que evidenció la defensa del animador, argumentando una demanda confusa o incoherente, algo que en consecuencia habría hecho más complejo el panorama para los abogados de Viñuela.

Por eso, a la defensa sólo le restaba responder a la demanda de Miranda, algo que se hizo efectivo hace unos días por medio de un documento de 30 páginas, para descartar la vulneración a los derechos de Miranda como se establece en la querella.

Los abogados de Viñuela ahora argumentan que el demandante nunca manifestó oposición a los hechos y que por ello aceptó el contexto de 'humor' en que se dio el suceso.

Además, afirman que los 100 millones de pesos de indemnización exigidos son desmedidos, que la misma demanda carece de todo sustento y que, en consecuencias, debería ser rechazada por el tribunal.

El texto expone también la trayectoria de José Miguel Viñuela como una forma de realzar el profesionalismo, además del respeto hacia el público y sus compañeros de trabajo, según resaltó La Tercera.

"Por cierto, como toda obra humana, la trayectoria del sr. Viñuela Infante no está exenta de errores y sinsabores. Pero nadie puede responsablemente afirmar que estamos frente a un violador de derechos humanos, o de ser una persona abusiva, discriminadora, prepotente e irrespetuosa con los demás, tal como lo ha señalado la contraparte en esta sede y en diversos medios de comunicación", recalca la reacción desde la defensa de Viñuela.

Junto con ello se habla de un buen trato con colegas de parte de Viñuela que "es plenamente aplicable a la relación que mantenía nuestro representado con el demandante, con quien durante años compartió labores en diversos programas televisivos, desarrollándose entre ambos una buena relación laboral, sin haber existido jamás alguna actitud que pudieran dar pie a sostener un supuesto aprovechamiento de su 'posición' como rostro televisivo".

 

Sobre el incidente particular del 16 de julio, los abogados sostienen que "si el señor Viñuela hubiese percibido alguna señal de desaprobación, expresa o tácita, por parte del demandante antes del hecho, no tenga dudas S.S. que nuestro representado jamás habría procedido a cortarle el pelo".

Tampoco exhibió señales de consternación o preocupación después de lo ocurrido, para evidenciar que luego Miranda tomó su mechón de cabello y se lo echó en el bolsillo de la chaqueta de Viñuela, aludiendo al popular personaje de humor, Charly Badulaque.

Tras ello, el document resalta que se dio un episodio de "cordialidad" que se vivió en camarines, hasta donde llegó Viñuela para encontrarse con Miranda, quien se estaba emparejando el cabello, con las responsables de peluquería de Mega.

Posteriormente, de acuerdo con los defensores, Miranda se dirigió a la sala de dirección del matinal, para confirmar que "todo estaba bien", que comprendía la situación y que de hecho llevaba un tiempo pensando en cortar su pelo.

Es en ese pasaje del texto, en que los representantes de Viñuela exponen que Miranda aceptó 350.000 de parte del mismísimo animador, "a fin de que el señor Miranda pudiera disponer del mismo a su conveniencia".

El pago fue aceptado por el camarógrafo, recalcando su postura despreocupada ante el tema, y fue el mismo animador quien le hizo una transferencia por el monto señalado, después de que Miranda habría entregado su número de cuenta.

La respuesta indica que este intercambio no se menciona en la demanda, vuelven a destacar el arrepentimiento de Viñuela y aseguran que la indemnización no puede ser de 100 millones de pesos, por que es "excesivo, desnaturalizando con ello el fin y objetivo de toda indemnización, pasando a convertir en una fuente de lucro y ganancia para el demandante en caso de ser concedida".

El abogado de José Miranda, Roberto Ávila, reaccionó a la respuesta indicando al periódico que "se persevera en el error de alegar que una exitosa carrera televisiva sería una suerte de patente de impunidad para actuar en la sociedad que pondría al demandado por sobre el resto de los ciudadanos".

Por otro lado, asegura que hay una especie de negacionismo al ver que "la defensa controvierte los hechos expuestos por nosotros, es decir niega lo ocurrido y que todo el país vio".

A lo que se suma que "se niega lo que además se acreditó por la Dirección del Trabajo y el Consejo Nacional de Televisión",