Después de semanas difíciles y muchas preguntas en el aire, Nicolás Jarry (143°) parece haber reencontrado su mejor versión justo donde más importa: en Wimbledon.
El tenista chileno firmó una victoria categórica este miércoles ante el estadounidense Learner Tien (62°) y tras el triunfo, dejó claro que nada fue casualidad.

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“No bajé los brazos en ningún minuto”
Con parciales de 6-2, 6-2 y 6-3 en apenas una hora y 38 minutos, el chileno dominó de principio a fin su duelo de segunda ronda.
Pero más allá del resultado, lo que sorprendió fue su solidez mental. En sus propias palabras: “Tenía como objetivo empezar mucho más firme que el primer partido y así lo hice”, dijo.
Jarry explicó que hubo un momento clave en el segundo set que cambió todo. “Muy contento con cómo me mantuve firme desde los inicios del segundo set, con ese juego apretado donde tuve muchas chances”, partió diciendo.
“No bajé los brazos en ningún minuto, lo cual me dio una ventaja emocional grande para el resto del segundo set”, agregó.

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Un servicio afilado y cabeza fría
Además de su consistencia desde el fondo de la cancha, el Príncipe destacó otro factor fundamental: su servicio.
“También saqué muy bien durante todo el partido, que siempre es muy importante para no darle chances (al rival) y siempre mantenerme arriba en el marcador”, detalló el chileno, que ahora suma cinco victorias seguidas en Wimbledon si se cuentan las de la qualy.
Jarry se medirá en tercera ronda con la promesa del tenis brasileño, Joao Fonseca (54°). El encuentro está programado para el viernes 4 de julio.
Pero por ahora, el chileno disfruta su momento. Y no es para menos. “Muy contento por todo el partido en general y por seguir jugando a un alto nivel”, cerró.