De acuerdo a un estudio realizado por Patricio González, académico del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA), este verano en la zona central podría ser el más caluroso de la historia.
¿Qué se pronostica para este verano?
Según el estudio, este verano la zona central podría llegar a tener temperaturas que superen la barrera de los 40 grados Celsius. En detalle, la investigación advierte que algunas zonas, como Chillán o Los Ángeles, podrían alcanzar máximas de 41 °C o 42 °C, un fenómeno que podría implicar riesgos para la población y el ecosistema.
De acuerdo a González, “este verano 2023-2024 debiera ser, según el modelo climático CITRA, uno de los más calurosos en cuanto a temperaturas máximas extremas en el área geográfica indicada (zona central)”.
La investigación del académico señala que se registrarán olas de calor “de tres a 10 días consecutivos, con temperaturas máximas extremas promedio sobre los 35 °C, asimismo (habría) ocurrencias de uno o dos días con temperaturas máximas extremas diarias que oscilarían entre los 37 a 39 °C en Santiago; 39 a 40 °C en Talca; y de 41 a 43 °C en Chillán y en Los Ángeles”.
Este peligroso escenario se debería a “una conjunción de variables oceánicas y atmosféricas en el clima, que impactarían fundamentalmente en diciembre de 2023, enero y febrero de 2024”, según González.
Asimismo, el experto advirtió que los veranos se están extendiendo, por lo que “es probable que temperaturas iguales o superiores a 34 °C se hagan sentir, al interior de olas de calor o asociadas a eventos cálidos, a partir de noviembre de 2023“.
“Variables como el cambio climático y, puntualmente, el fenómeno de El Niño contribuyen poderosamente a que en el siglo XXI se estén sobrepasando los 40 °C en algunas ciudades de Chile o, acercándose a ese valor”, aseguró sobre las razones del fenómeno.
¿Cuáles serán las consecuencias?
Patricio González señala que se podrían ver afectadas las producciones agrícolas, y explicó que “las temperaturas generan evotranspiración, con pérdidas de 70 a 80 m³ por hectárea diarias, y cuando la temperatura supera los 37 o 38 °C, normalmente las plantas dejan de hacer fotosíntesis, hay estrés hídrico, golpes de sol y estrés térmico“.
En este sentido, el experto indicó que se espera que la producción de frutas sea menor y tenga consecuencias en su calidad, lo que afectaría a las exportaciones.