Chile se encuentra a las puertas de un cambio significativo en la manera en que usamos y adquirimos cargadores para dispositivos electrónicos.

Con la reciente aprobación en el Senado del proyecto de ley que establece un cargador universal para todos los teléfonos móviles, tablets, cámaras, audífonos y otros dispositivos portátiles, el país sigue los pasos de otras naciones que buscan estandarizar este accesorio esencial en el mundo moderno.

Pero, ¿qué implica exactamente esta nueva normativa y cómo afectará a los usuarios de dispositivos iPhone y Android?

¿Habrá que cambiar todos los cargadores?

El cargador universal que será implementado en Chile es el USB-C, una tecnología que ya se ha convertido en el estándar para muchos dispositivos electrónicos debido a su versatilidad y eficiencia.

Este tipo de conector es conocido por su capacidad para transferir datos a altas velocidades y cargar dispositivos rápidamente, lo que lo convierte en una opción ideal para la mayoría de los usuarios.

El USB-C no es un desconocido para quienes utilizan dispositivos Android, ya que muchos de los modelos más recientes ya utilizan este tipo de conector. Sin embargo, la gran novedad llega para los usuarios de iPhone, quienes históricamente han dependido del conector Lightning exclusivo de Apple.

Con esta nueva normativa, todos los dispositivos, incluidos los iPhone, deberán adoptar el USB-C en un plazo máximo de dos años.

¿Qué significa para los consumidores?

La implementación de un cargador universal trae consigo una serie de beneficios para los consumidores chilenos. Primero, simplificará la vida cotidiana al reducir la necesidad de tener múltiples cargadores para diferentes dispositivos. Esto significa que un solo cargador podrá ser utilizado para tu teléfono, tablet, audífonos y otros dispositivos, independientemente de la marca o modelo.

Además, esta medida contribuirá a la reducción de la basura electrónica, un problema creciente en todo el mundo.

Al estandarizar los cargadores, se espera que disminuya la cantidad de dispositivos obsoletos que terminan en los vertederos, ayudando así al medio ambiente.

Transición y plazos

El proyecto de ley establece un periodo de transición para que las empresas y los consumidores se adapten a este cambio.

  • Los teléfonos móviles tendrán un plazo de dos años para cumplir con la normativa.
  • Otros dispositivos electrónicos, como cámaras y audífonos, tendrán un plazo de cuatro años.

Durante este periodo, los fabricantes y vendedores estarán obligados a ofrecer a los consumidores la opción de comprar dispositivos con o sin cargador. Esto busca evitar la venta atada de ambos productos y permitir que los usuarios puedan optar por no adquirir un nuevo cargador si ya poseen uno compatible, reduciendo así los costos.