DICOM se ha convertido a lo largo de los años en un auténtico dolor de cabeza para las personas, el aparecer en el registro de deudores comerciales te puede imposibilitar de realizar grandes trámites financieros, como la solicitud de tarjetas en casas comerciales o créditos. 

Es en ese contexto que en RedGol te señalamos cómo saber si estás o no en los registros del Directorio de Información Comercial (DICOM).

¿Cómo saber si estoy en DICOM?

Si deseas saber si te encuentras registrado como deudor en DICOM, puedes acceder con tu RUT y tu ClaveÚnica en el siguiente ENLACE.

Una vez que entres al sitio, podrás ver el Informe de Deudas con el sistema financiero del país, el que incluso se puede descargar gracias a la información otorgada por la Comisión para el Mercado Financiero, en la opción “Obtener Informe”.

Vale decir, que este documento tiene información financiera con un desfase de entre 11 y 16 días respecto de la fecha en que se realiza la consulta.

De todas formas, podrás adquirir un informe comercial si estás en DICOM a través del portal Equifax, cuya plataforma ofrece un documento gratuito cada cuatro meses.

¿Cómo salir de DICOM?

Según señala el sitio Defensa Deudores, hay varias alternativas para salir de DICOM, la primera y opción más sencilla es pagar la deuda o repactarla, tras ello, el mismo acreedor es el encargado de informar el registro de morosidad en DICOM, no obstante, si existe tardanza en la gestión, el propio deudor puede concurrir con un certificado de deuda, emitido por el acreedor, ante el Boletín Comercial con el fin de informar su situación y apurar el proceso de eliminación de antecedentes del registro.

Vale aclarar que ninguna deuda puede estar publicada por más de cinco años, una vez que se ha cumplido el plazo, la propia Cámara de Comercio es la encargada de eliminar esta información de la base de datos financiera.

Otra opción para salir de DICOM es acogerse a la Ley 20.720: Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas, también conocida como “ley de quiebra”, la cual inicia un proceso de reorganización y renegociación de deudas, lo que, en cualquiera de los casos, terminado el procedimiento, todas las deudas quedan extintas.