La situación del coronavirus en nuestro país ha llevado a que cientos de chilenos tengan que trabajar desde sus hogares. Esto llega justo en el momento en que se discutía el proyecto de teletrabajo, el cual fue promulgado este martes y podría entrar en vigencia desde abril próximo.

Pero, ¿qué implica esto? El subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, explicó a Radio Cooperativa los detalles de esta nueva ley. En primera instancia, "establece un derecho a desconexión digital. Si bien la persona que teletrabaja va a tener libertad para ordenar su horario durante el día, el empleador debe garantizar un derecho a desconexión mínima de 12 horas continuas entre una jornada y otra".

Esto significa que durante el periodo fuera del horario, "el empleador tampoco va a poder interrumpir mediante correo electrónico, mandarle whatsapp. Por lo tanto, es una desconexión digital de verdad, y creemos que es algo súper innovador; un avance significativo en pos de una mejor calidad de vida".

Además, cuando entre en vigencia, la norma obliga a empleadores a cargar con los costos operacionales involucrados. "Establece de manera expresa que el responsable de otorgar las herramientas de trabajo y de asegurar y hacerse cargo de los costos que irrogue el teletrabajo, como por ejemplo el costo de internet, va a ser el empleador. Hoy día eso no está regulado y muchas de las personas que hoy están teletrabajando producto del coronavirus se están haciendo cargo del internet".

¿Cuáles son las medidas que implica la nueva ley?

Además de los puntos mencionados y explicados por el subsecretario, este proyecto lleva a los empleadores a llegar a acuerdos con sus trabajadores.

Desde su entrada en vigencia, el trabajo a distancia estará regulado por el Código del Trabajo, lo que garantizará una serie de derechos para todos los que se vea involucrados en este tipo de contratos.

Como si fuera poco, los trabajadores podrán pactar la organización de su jornada de trabajo. Eso sí, solo cuando las labores que debe cumplir lo permitan de esa manera y según el acuerdo al que lleguen con su empleador.

Otro de los puntos es que los trabajadores pueden llegar a acuerdos para dividir la horas de trabajo que tendrán que cumplir de manera presencial con las que serán desde el hogar.

Una revolución laboral que tendrá su prueba de fuego en las próximas semanas, donde la cuarentena está obligando a las empresas a moverse dentro de este nuevo formato.