La fuerte alza que ha sufrido el dólar desde que se inició el movimiento social en Chile el pasado 18 de octubre, disparándola en mas de $115, obligó al Banco Central a tomar medidas que ya tienen tintes de históricas, al menos son las más extremas de los últimos 30 años.
El ente autónomo entregó un programa que consta en la venta de US$ 20.000 millones, los que se dividen en dos paquetes: US$ 10.000 para vender en el mercado spot y US$ 10.000 para instrumentos de cobertura cambiaria. Dólares que, vale la pena destacar, son del Banco Central y que ha acuñado para situaciones como esta.
Pero la duda que tiene la mayoría es: ¿Por qué el Banco Central da estos dólares al mercado y no los usa para costear la agenda social, por ejemplo? La primera respuesta es porque ese dinero es sólo para ocasiones como la de ahora, para momentos de crisis en que un alza del dólar termina afectando el precio de servicios y productos básicos, encareciendo aún más la vida.
La otra respuesta es porque se necesita apaciguar el mercado. Como bien explica un tuitero de nombre “Economista Flaite” en el siguiente hilo, respondiéndole a otro tuitero connotado como James Hamilton.
La respuesta más técnica la dio el propio Banco Central en un comunicado explicando esta terapia de shock que aplicó a la economía chilena y que hasta el momento ha logrado apaciguar el precio del dólar.
“Los acontecimientos ocurridos en nuestro país en las últimas semanas han afectado el normal funcionamiento de la economía. Esta situación se ha acentuado en lo más reciente por la prolongada tensión e incertidumbre (…). Más allá del nivel alcanzado por el tipo de cambio, que en parte importante refleja una mayor incertidumbre, la rapidez y sucesión de movimientos en la misma dirección han generado una volatilidad que se estima excesiva“, explican.
A lo anterior agregaron: “Dado los fundamentos de la economía chilena, incluida la baja indexación al dólar, las variaciones del tipo de cambio no tienen un impacto inmediato sobre los hogares, las empresas y el sector público, y su traspaso a inflación es, en general, moderado (…). Aun así, un grado excesivo de volatilidad del tipo de cambio dificulta la formación de precios, y las decisiones de gasto y producción de personas y empresas. Asimismo, afecta el sano ajuste de la economía y genera inquietud en los mercados. Por tales razones, considerando que el marco de metas de inflación y de flexibilidad cambiaria vigente desde 1999 contempla la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario de manera excepcional en casos calificados, el Consejo del Banco Central de Chile ha decidido implementar un programa de venta de divisas”.