El verano y el uso obligatorio de mascarillas comienza a generar efecto en la piel. Las altas temperaturas y la humedad que se generan en el espacio al interior de la mascarilla es el ambiente propicio para que hongos y microorganismos, que habitan naturalmente en nuestra piel, se desarrollen y produzcan lesiones que se pueden prevenir.

La dermatóloga de Clínica MEDS, Viera Kaplan, explica que el ambiente oclusivo y húmedo que genera la mascarilla promueve el sobrecrecimiento de algunos microorganismos que habitualmente viven en la piel y que pueden generar enfermedades y malestar en las personas, como la dermatitis seborreica, o empeorar la rosácea que se produce por la dilatación de los vasos ante ambientes calurosos y húmedos.

“La única forma que tenemos de prevenir esto es con los cuidados previos y posteriores del rostro y usar la mascarilla el tiempo que corresponde. Hoy la prioridad es el tema sanitario y debemos usar la mascarilla, por lo que tenemos que evitar las posibles complicaciones con limpiadores emolientes para cada tipo de piel”, advierte la especialista.

CÓMO PREVENIR LAS LESIONES CUTÁNEAS
 

La prevención, precisa la dermatóloga, dependerá fundamentalmente de cada persona y su tipo de piel. “En pacientes que no tienen patologías previas a la piel, se recomiendan cuidados generales con aseos suaves antes y después del uso de la mascarilla. Lo ideal es una limpieza con un tónico suave, luego una crema humectante y después usar la mascarilla”.

La especialista recalca que es fundamental no usar la misma mascarilla más de 2 a 3 horas. “En el caso de usar mascarillas desechables, usarlas por el período indicado o hasta que se humedezcan; y en el caso de las mascarillas reutilizables es muy importante lavarlas con detergentes hipoalergénicos, con doble enjuague, evitar usar suavizantes y que sean de materiales en base a algodón”, añade.

En caso de que aparezcan lesiones, es importante consultar a un dermatólogo, ya que es necesario estudiar el origen de éstas y si es que se trata de reacciones acneiformes, de una rosácea o de una dermatitis seborreica, para establecer el tratamiento adecuado.

Por otra parte, la Dra. Kaplan explica que si el paciente tiene enfermedades previas como rosácea, acné o una dermatitis seborreica va a tender a empeorar su patología de base con el uso de la mascarilla, por lo que es fundamental seguir el tratamiento adecuado y de manera personalizada.

NO OLVIDE EL PROTECTOR SOLAR
 

A la hora de salir a la calle o ir a la playa hay varios aspectos en el uso de la mascarilla que se deben considerar. El primero es que aún no se estandariza qué mascarilla es más inocua para la piel, por lo que no hay un tipo más recomendable que otro. Es por esto que la dermatóloga de Clínica MEDS recomienda que lo ideal es desecharla cuando haya cumplido su función porque se va a humedecer y va a haber crecimiento bacteriano. “Ojo que, independiente de que sea desechable o no, después de 2 ó 3 horas hay que cambiarla o lavarla”, insiste la doctora Kaplan.

Por su parte, el uso de protector solar es fundamental toda vez que, aunque se use mascarilla, hay sectores del rostro que quedan descubiertos y dependiendo del material de la mascarilla, habrá algunas que protejan y otras no, de los rayos ultravioleta.

El protector solar tiene que ser siempre factor 30 o superior y el tipo de protector va a depender de cada piel. En pieles con acné serán más recomendables aquellos donde predomine el componente acuoso y en pieles secas los protectores más oleosos. Es fundamental replicar su uso cada tres horas y de manera abundante, por lo menos dos gramos para cubrir toda la cara”, indica la dermatóloga de Clínica MEDS.

USO DE MAQUILLAJE
 

Una de las recomendaciones para este verano es no maquillarse si tiene que usar mascarilla. La doctora Kaplán explica que el maquillaje no es recomendable, porque afecta el acople de la mascarilla, lo que le resta seguridad a su uso.