El Fondo Monetario Internacional (FMI) nuevamente recortó las expectativas de crecimiento para el mundo y bajó los pronósticos a un 3,2% para este año y un 2,9% para el 2023, como consecuencia de un escenario de alta inestabilidad económica mundial.
Según el organismo, la economía mundial se encuentra “aún titubeante” como consecuencia de la pandemia del COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, la cual “se enfrenta a perspectivas cada vez más sombrías e inciertas”.
“Los riesgos señalados en la edición de abril de Perspectivas de la economía mundial han empezado a materializarse”, señalan desde el FMI.
Además de las consecuencias de la pandemia y la invasión rusa a Ucrania, el FMI agrega otras externalidades al sombrío panorama económico, como la inflación en Estados Unidos o los confinamientos en China.
“La inflación superior a las previsiones, sobre todo en Estados Unidos y las principales economías europeas, está provocando un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales. La desaceleración de China ha sido peor de lo previsto, en un contexto de brotes de COVID-19 y confinamientos, y a eso se han sumado otras secuelas negativas de la guerra en Ucrania. Así, el producto mundial se ha contraído en el segundo trimestre de este año”, argumenta el organismo.
Así el FMI pronosticó un recorte en las expectativas de crecimiento al 3,2% durante este año y al 2,9% para el 2023. “Esto obedece al estancamiento del crecimiento en las tres mayores economías del mundo —Estados Unidos, China y la zona del euro—, que acarrea importantes consecuencias para las perspectivas mundiales”.
El recorte en las expectativas mundiales, se debe a la baja en el pronóstico de crecimiento de las tres mayores economías. En Estados Unidos, se prevé una expansión del 2,3% para el 2022 y 1% para el próximo año. China, se anotaría con un crecimiento del 3,3% el más bajo en las últimas cuatro décadas (sin contar los dos años de pandemia); mientras que en la zona euro, el crecimiento llegaría al 2,6% para este 2022 y baja al 1,2% al 2023.
Riesgos del panorama económico
Dentro del informe, el FMI también prevé que la inflación pueda seguir aumentando hasta llegar al 6,6% en las economías avanzadas y 9,5% en los mercados emergentes y en desarrollo, explicado en parte por el aumento de precios de los alimentos y el petróleo.
Ante el oscuro escenario, también se prevén múltiples riesgos mundiales, como la suspensión repentina de gas desde Rusia a Europa, la persistencia de la alta inflación; o el sobreendeudamiento de las personas en economías emergentes, en caso que perduren las condiciones financieras restrictivas.
Pero la parte más alarmante viene de la mano del encarecimiento de los alimentos y la energía, la que “podría causar inseguridad alimentaria y malestar de carácter generalizado”. Además de ello, “la fragmentación geopolítica podría entorpecer el comercio y la cooperación” mundial.