Esta noche la mayoría de los chilenos tendrán que cambiar el horario en sus relojes. Cuando marque las 23:59 horas, se deberá adelantar en 60 minutos, en todo el territorio nacional, a excepción de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, dando paso al horario de verano.

Dado esto, ¿Qué beneficios tendrá esto para las personas?: Mayor luz solar durante las tardes, prolongando la iluminación natural.

Según indicó el seremi de Energía, Erwin Gudenschwager, esta medida “permite aprovechar lo más posible la luz natural del Sol“, y agregó que “esto tiene beneficios directos en nuestra salud y presupuesto familiar, nuestro cuerpo está diseñado para trabajar mejor con luz natural, favoreciendo  la salud, la concentración y nuestro desempeño“.

Sin embargo, los expertos consideran que esta modificación no es favorable para las personas. Según señaló a ADN el doctor en neurociencia y académico de la Universidad de Valparaíso, Jown Ewer, “lo mejor es eliminar los cambios de horario completamente“.

“Biológicamente es importante que el Sol salga, más o menos, a la hora que la mayoría de las personas tienen que levantarse, porque ahí uno se despierta naturalmente, sin despertador”, argumentó. 

 

Asimismo, rebatió los dichos de las autoridades y señaló que "no hay ahorro de energía". “En todo el mundo se sabe, simplemente porque la mayoría de la luz eléctrica no se usa en iluminación. La mayoría de la energía eléctrica se usa en maquinaria y eso no tiene horario”, afirmó.

¿Quiénes son los más afectados?
 

Si bien este es un cambio que busca beneficiar a que oscurezca más tarde y las personas puedan exponerse más a la luz natural, existe diversos efectos negativos que pueden afectar a grupos especificos de la población. Según la psicóloga con especialización en Terapia Conductual Dialéctica y cofundadora del Centro de Salud Mental El Roble, Nicole Reinike, los más afligidos serían los niños, adolescentes y los adultos mayores.

"Nuestro reloj biológico se tiene que reorganizar para el cambio de horario, por lo que sobre todo niños y adolescentes requerirán más tiempo para ajustarse, dado que cuentan con un sistema que requiere mayor tiempo de adaptación", indicó.

"Algunas consecuencias que podríamos observar serían mayor cansancio, falta de atención, dolor de cabeza y fatiga", aseguró. 

Por lo que la especialista recomendó ajustar el horario para acostarse, alimentarse de manera liviana durante las tardes y evitar alimentos altos en azúcares durante las noches que puedan producir insomnio.