Brasil: ¡Bolsonaro sacó la voz, habló de las elecciones, pero no felicitó a Lula!

En medio de paralizaciones de los camioneros y un clima de incertidumbre por la falta de señales claras del gobierno,en relación al triunfode Luiz Inácio Lula da Silva en las recientes elecciones, el presidente Jair Bolsonaro se refirió públicamente a los comicios, por primera vez.
Pero el político de ultraderechano se refirió a la derrota ni felicitó a Lula, como se esperaba entre los analistas brasileños.
“Quiero comenzar agradeciendo a los 58millones de brasileños que votaron por mí”, dijo Bolsonaro en el Palacio de la Alvorada.“Nuestra robusta representación en el Congreso, muestra la fuerza de los valores Dios, Patria, Familia y Libertad; formamos diversos liderazgos en Brasil”, agregó.
“Continuaré respetando los mandamientos de nuestra Constitución” y que, pese a la derrota electoral, “Nuestros sueños siguen más vivos que nunca. Somos de la orden y pleno progreso”.
Bolsonaro aclaró que siempre “fui rotulado como un antidemocrático” y asegura que “siempre jugué dentro de las cuatro líneas de la constitución. Nunca fallé (…) Como Presidente de la República y ciudadano, continuaré cumpliendo todos los mandamientos de nuestra constitución”.
Sobre las manifestaciones en las calles, el presidente aseguró que “todas serán bienvenidas, pero los métodos no pueden ser como la izquierda que siempre han predicado en la población, como invasión de propiedades y destrucción del patrimonio”, y agregó que “los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia de cómo se dio el proceso electoral””.
Luego del breve discurso de dos minutos del presidente,Ciro Nogueira, ministro de la Casa Civil, aclaró que el gobierno cumplirá con la ley de transición. “Cuando se convoque con base en la ley,vamos a iniciar el proceso y la transición”, dijo el secretario de Estado.
Mientras, la Corte Suprema ordenó que las fuerzas de seguridad depongan la actitud de los camioneros golpistas, incluyendo el paro cercano al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, por el que 25 vuelos han sido cancelados.