Los cuartos de final de la Copa América disponen que en caso de empate en los 90 minutos, se definirá al ganador mediante definición con lanzamientos desde el punto penal. Cinco por lado y luego, uno para cada equipo hasta que se quiebre el empate.

Una situación que Chile ha vivido y mucho en los últimos cinco años. En Brasil perdió su última definición, ante el anfitrión de la Copa del Mundo de 2014. Jorge Sampaoli no lo entrenaba y así nos fue: fallaron Mauricio Pinilla, Alexis Sánchez y Gonzalo Jara.

Chile ganó las cuatro definiciones por penales que disputó desde la caída ante Brasil en el Mundial de 2014 y solo Vidal falló un lanzamiento

Pero la lección se aprende y la Roja ganó sus cuatro definiciones posteriores, con apenas un penal desperdiciado sobre 16 ejecutados. Un registro que le dio las mayores glorias de su historia futbolística.

Final de Copa América (4-1) y final de Copa América Centenario (4-2) ante Argentina; semifinal de China Cup (4-1) contra Croacia; y semifinal de Copa de las Confederaciones frente a Portugal (3-0).

 

La lista de goleadores la encabeza Aránguiz, con tres ejecuciones correctas. Le siguen Vidal, Sánchez y Beausejour con dos; y Matías Fernández, Nicolás Castillo, Francisco Silva, Eduardo Vargas y Álvaro Ramos con uno.

De aquí nace la posible papeleta que entregará Rueda. Vidal el primero, Aránguiz el segundo, Beausejour el tercero y Alexis el último. El cuarto puede caer en pies de Erick Pulgar, designado en el Bologna de Italia.

Por eso, lo que se llama lotería para Chile no lo es. Y es que el boleto a la gloria máxima vale más que un juego de azar.