La selección chilena volvió a un Mundial en Francia 1998, luego de 16 largos años de ausencia, pero para clasificar tuvo que sortear unas duras Eliminatorias Sudamericanas, donde su rival directo fue Perú.

Chilenos y peruanos llegaron a la penúltima fecha con tres puntos de diferencia, a favor de los incaicos, por ende el equipo de Nelson Acosta debía vencer en el duelo entre ellos en el Nacional, y así fue, porque la Roja venció por 4-0 en un duelo con un ambiente muy caliente.

Uno de los protagonistas de aquella noche en Ñuñoa fue Clarence Acuña, quien hoy trabaja en la Conmebol, y que recordó dicho encuentro en diálogo con RPP de Perú.

"Nosotros para nada lo veíamos como una guerra. A nosotros nos sorprendió que de afuera lo vean así. Si tú ves dentro del campo no pasó nada extraño. Los Chile – Perú son partidos de fútbol y nada más que eso. Hay que ganarlos como sea dentro de las reglas y las armas que existen. De parte de los jugadores no hubo un enfrentamiento directo hacia ningún jugador", analizó el ex volante.

"Nosotros estábamos obligados a ganar, porque era un partido de “vida o muerte” y cuando estás de local hay cosas que influyen porque por ejemplo cuando estás cantando el himno la gente grita y va a depender de la personalidad de cada equipo. Nosotros teníamos buen equipo, con dos delanteros que marcaban la diferencia, pero si ayudan la condición de local. Quizás si hubiéramos jugado ese partido, en la misma instancia, en Perú, obviamente nos hubiera costado mucho más ganar y no sé si el resultado hubiera sido el mismo", agregó.

Su amistad con Solano

Clarence Acuña no sólo habló de la Roja, sino que recordó su paso por Newcastle, donde compartió con el peruano Nolberto Solano, quien fue parte junto al chileno de las Urracas en la Premier League.

"Ñol tenía una característica gracias al talento técnico que tenia marcaba diferencia. Con uno o dos toques podía resolver. Los ingleses no lo llegaban a tocar. Era inteligente, se colocaba en posiciones estratégicas. Él sabia. Necesitaba dos tres toques al balón y creaba peligro. Fue un gusto. Era bastante elogiado y querido en Inglaterra", dijo sobre el ahora ayudante de Ricardo Gareca en la selección peruana.

Luego contó secretos de cancha: "Alan Shearer sabía que el 60-70% iban a ser pases de gol. Después llego un francés, Laurent Robert, que jugaba por lado izquierdo. No hablaba inglés y Alan se le acercaba. Sabía que, igual que Ñol, lo iba a dejar solo para hacer el gol. Shearer era un jugador inteligente que sabía que necesitaba a Ñol y que Ñol lo necesitaba a él porque cada pase tenía que tener un jugador de calidad para hacer los goles. Era inteligencia mutua".

Clarence Acuña sigue trabajando en el fútbol, pero ahora con otras tareas administrativas en la Conmebol.