Nick Kyrgios tiene acostumbrado al mundo del tenis a su versión más ruda. “El Chico Malo de Canberra”, “Demonio de Tasmania” o “Bad Boy” son algunos de los apodos que ha recibido en su carrera, pero recientemente conmovió al contar que ese mismo sujeto que se muestra implacable estuvo muy cerca de suicidarse.
El tenista australiano de 28 años habló hace poco respecto a su salud mental, y estremeció al revelar que en 2019, durante el torneo de Wimbledon, se vio obligado a internarse en un hospital psiquiátrico porque quería acabar con su vida.
Nick Kyrgios: “Tenía pensamientos de suicidio, no quería levantarme y jugar”
Kyrgios es conocido como uno de los tenistas más polémicos del circuito y el 2019 fue un año terrible para él, sobre todo después de que el legendario Rafael Nadal lo eliminara del tercer Grand Slam del año en la segunda ronda.
“Bebía alcohol, tomaba droga, me alejé de mi familia y de mis personas cercanas. Perdí en Wimbledon y cuando me desperté mi padre lloraba sentado en mi cama. Fue el punto de inflexión, me dije ‘Ok, no puedo continuar así'”, le contó a AFP.
Tras eso, Nick Kyrgios, que actualmente se ubica en el puesto 25 del ranking ATP, recordó que “acabé en un servicio psiquiátrico en Londres para arreglar mis problemas”.
Después, el tenista australiano contó que jugaba con mangas largas para tapar las marcas que se provocaba a sí mismo en sus intentos de suicidio.
“Si miran con atención pueden ver las marcas de automutilación en mi brazo derecho. Tenía pensamientos de suicidio, no quería levantarme y jugar“, lanzó.
Después de la tormenta siempre sale el sol profesa el popular dicho, y Kyrgios también sabe de eso. Tras ese duro periodo, el australiano logró salir adelante y consiguió llegar a la final de Wimbledon el año pasado, donde cayó con Novak Djokovic.