Los Angeles Lakers le entregaron el homenaje más esperado a Kobe Bryant y con una gran actuación de Lebron James derrotaron a Miami Heat por 106-93 para coronarse como flamantes campeones de la NBA.

El equipo californiano cerró las Finales con un global de 4-2 para igualar la marca del equipo más ganador del básquetbol estadounidense, Boston Celtic, con 17 coronas nacionales; mientras James alcanzó su cuarto título de MVP en esta instancia.

King James alcanzó un triple doble, con 28 puntos,14 rebotes y diez asistencias, que lo pusieron a la cabeza de los méritos individuales y llevaron a los angelinos a un ventaja parcial de 36 unidades, que manejaron con jerarquía hasta timbrar la victoria.

La efectividad en el contrataque por parte de los púrpura y oro se combinó con las continuas pérdidas de los floridanos, para estructurar una ventaja clara en favor de los Lakers, que tuvieron, además de James, a Rajon Rondo en estado de gracia. 

 

James también se convirtió en el cuarto jugador que se corona campeón de la NBA con tres franquicias distintas, como lo hizo con Miami Heat (2012 y 2013) y Cleveland Cavaliers (2016) en una actuación maciza que lo ratifica como el mejor del siglo en curso.

Fue la coronación del logro de uno de los anillos más complejos que se recuerden en la historia, con la necesidad de continuar la liga con una selección de los mejores equipos, después de que la pandemia del coronavirus detuviera su temporada regular.

La última parte de la liga se disputó en encuentros sin público con sede única, en la sede del complejo deportivo de ESPN en Lago Bay en Florida, donde no hubo ventaja de localía y los jugadores quedaron recluidos en una "burbuja" alejada de cualquier tipo de contagio.

A esto se le sumaron los gestos de los jugadores y la liga en general -que se detuvo en dos oportunidades- luego del estallido que significó en Estados Unidos la muerte de George Floyd a manos de la policía. La NBA dejó el puño en alto con el lema Black Lives Matter.

 

 

Fueron distintos los camino, pero una consecución esperada en la que el favorito se quedó con el premio mayor y elevó nuevamente a Lebron James al estatus de máxima figura, frente a la irrupción de Giannis Antetokounmp y Luka Doncic.

Fue el mejor homenaje para un Kobe Bryant que, desde el más allá, celebró ver a sus angelinos en lo más alto nuevamente.