Este lunes la australiana Ariarne Titmus dio la gran sospresa en la natación, luego de conquistar el oro en los 400 metros libres femenino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La joven de 20 años derrotó a la favorita, la campeona estadounidense Katie Ledecky, convirtiéndose en una de las grandes figuras de esta cita olímpica.
Su triunfo fue tendencia, pero también la celebración de su entrenador Dean Boxall, quien se volvió loco en el momento de la victoria.
El coach, quien estaba a unos metros de la piscina, se quitó la mascarilla, gritó con los puños cerrados, gesticuló y se agarró a un panel de vidrio tirando la cabeza hacia atrás.
“Creo que me salí de mi cuerpo, simplemente perdí el control”, dijo Boxall a los reporteros tras la carrera.
“Como pueden ver, creo que yo estaba más emocionado que ella. Es una cuestión de estar con esta chica durante cinco años y tener un sueño juntos. Probablemente por eso me sentí emocionado, porque no es solo un trabajo de 9 a 5. Es 24-7. Me despierto por la noche y pienso, ‘¿Cómo puede mejorar Arnie?’”, añadió.
En tanto, Titmus, afirmó: “Él significa todo para mí. Que se divierta. Practicamos esto durante mucho tiempo. Al entrar en esta carrera sabíamos lo que teníamos que hacer”.