Aunque fue uno de los mejores jugadores de la B y segundo goleador después de Rodrigo Holgado, Lucas Simón se quedó sin premio al término de la temporada y lloró la derrota de Cobreloa en la final de ascenso ante Cobresal, que concretó el ascenso de los albinaranjas ayer en Calama.

El delantero argentino estaba desconsolado. Dejó el estadio Zorros del Desierto con los ojos marcados por el llanto, en compañía de su familia, y recibió el apoyo de los fanáticos naranjas. Sin embargo, tuvo que apurar el paso para evitar que las emociones lo dejaran en evidencia.

Simón fue el goleador de los naranjas con 17 tantos, pero no pudo marcar en la final de ascenso ante Cobresal, donde los Zorros perdieron la ida por 2-1 e igualaron la revancha 2-2, con todos los goles anotados por Pablo Parra.

Ambos jugadores son ahora la prioridad de la dirigencia para reformular la plantilla de cara a la próxima temporada, donde Cobreloa buscará nuevamente recuperar la categoría y terminar ya con tres años y medio en Primera B.

Foto: Vamos Zorros