Las pifias e insultos a los jugadores al cierre del encuentro que Ñublense y Copiapó igualaron 1-1 fueron la postal negativa del fin de semana en Primera B. Con este resultado, ambos equipos se salvaban del descenso y enviaban a San Marcos a la Segunda División Profesional, por lo que en cancha hubo una evidente tregua en la lucha.
Sin embargo, el presidente del conjunto nortino, Luis Galdames, rechazó enfáticamente cualquier tipo de acusación de arreglo o pacto para perjudicar al elenco ariqueño. “No conozco ningún pacto. Nosotros fuimos a jugar nuestra opción a Chillán y logramos el empate con 10 jugadores, con ocho mil personas en contra de nosotros”, dijo a Diario Atacama.
“No tengo ninguna relación con la gente de Ñublense”, agregó el dirigente copiapino. “Además, los pactos se dan cuando ninguno de los dos equipos corre peligro”, completó el timonel del elenco nortino, que con la igualdad terminó el campeonato en la antepenúltima posición, con dos puntos de ventaja sobre el descendido cuadro ariqueño.
Por su parte, Ñublense terminó penúltimo en la tabla de posiciones, una unidad por sobre San Marcos. Es decir, si el cuadro de Hernán Clavito Godoy conseguía la victoria ante Wanderers, o Ñublense perdía con Copiapó, los chillanejos quedaban expuestos a perder la categoría.
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Fotos: Agencia Uno