Luis Martínez puso el grito en el cielo. Y cuando el goleador histórico de Curicó Unido habla sobre un tema relacionado con los albirrojos es obligación escucharlo. La directiva del cuadro de la Región del Maule tiene prácticamente definida la salida de Damián Muñoz tras la derrota ante Cobresal en El Salvador. 

Todo eso se supo gracias a las palabras del presidente del club, Patricio Romero, quien afirmó que están a la espera de un gesto del cuerpo técnico "para terminar esta relación de manera amistosa", casi como sabiendo lo difícil que es echar de su cargo a un entrenador que puso al equipo en una histórica participación en la Copa Libertadores. 

 

Fue en ese contexto que el indeleble Lucho Martínez conversó con RedGol para hacer un análisis profundo de la crisis que vive el conjunto curicano. "No me parece justo que, primero, por decencia, ética no tengo que decir eso al aire. Como se dice, la ropa sucia se lava en casa. No fue el momento adecuado, las cosas se conversan. Lo que dijo el presidente, que ya habían adelantado algunas conversaciones con el cuerpo técnico, no tendría que haberlo dicho al aire en caliente. Estuvo mal", opinó el otrora atacante autor de 69 goles en el club.

"No le pueden estar pidiendo la renuncia y que, más encima, lleguen a un arreglo donde él no cobre el dinero en caso de ser finiquitado, que se vaya sin ningún problema porque es de Curicó, del hincha, de la gente. No es justo para un trabajador, para ser despedido tiene que ser finiquitado", expresó Martínez, quien también recordó un episodio de indisciplina que afectó al plantel y que no tuvo un castigo correspondiente. Al menos no se hizo público.

El goleador histórico de Curicó Unido critica con dureza al plantel

"Hay un ejemplo clarísimo: el de Unión Española. La cadena tendría que haber seguido. Si allá se atrevieron a castigar a jugadores que tuvieron faltas a la disciplina, tendrían acá que haber tomado drásticas medidas. Es una empresa, un club profesional donde se invierte mucho dinero y se les paga mucho a jugadores y ellos se dan el lujo de echar a perder todo un trabajo de mucho tiempo", lanzó Luis Martínez, en alusión al castigo de los hispanos a Jonathan Villagra, Vicente Conelli, Manuel Fernández y Rodrigo Piñeiro. 

Hubo más palabras. "Siempre se habló, incluso se supo, que él no pidió esos jugadores. Él pidió a Zavala solamente y dos o tres jugadores más para reforzar ciertas piezas del equipo, pero jugadores que vinieran en un buen momento  futbolísticamente, no que vinieran a la baja. Por ejemplo los de Antofagasta, por decir nombres, que bajaron a la B no estando en un buen nivel, vinieron acá como refuerzos para una Copa Libertadores. Por ahí empezó la disyuntiva de no estar conforme y no sentirse cómodo para trabajar", dijo en torno a las incorporaciones de Jason Flores y del delantero argentino Tobías Figueroa.

 

"Damián tuvo que haber dicho 'no firmo'. Fue en el momento justo en que iba a firmar. Pienso que no quiso defraudar a la gente y que dijeran 'se fue porque quiso irse'. Quiso quedarse, no esperaba actos de indisciplina, creo que hubo posibilidad de irse a las manos entre ciertos jugadores por malas conductas que él trató de enfrentar y los encaró. Que no lo digan públicamente, eso hay que decirlo públicamente. No sé si a Castro lo castigaron, pero pregunté y me dijeron que no está lesionado. No 'decisión técnica', me dijeron. Eso significa que el jugador no estaba comportándose como profesional", expresó Luis Martínez en referencia a la exclusión de Federico Castro en la convocatoria.