El todavía mediocampista de Universidad de Chile, David Pizarro, habló en extenso con La Magia Azul donde abordó lo que será su retiro tras el duelo del fin de semana contra Curicó luego de los homenajes recibidos el domingo ante Iquique.

“En el regreso a la U me puse a competir, que era lo que quería, pero hay momento para todo. Y ha llegado el momento para mí. No es una decisión tomada ayer… he tomado decisiones complejas y de corazón ésta fue la más difícil de todas. Yo amo el futbol y nací para esto, pero debo ser consecuente y ya llegó mi momento. Los mismos muchachos me pidieron que siguiera, y eso es un reconocimiento, pero ya me decían El Lego. Necesito dos a tres días para volver a armarme y estar recuperado”, sostuvo Pek.

Sobre el cariño de la gente y sus compañeros sostuvo que “quedé seco de tanto llorar. Uno está más viejo y sentimental. Son lágrimas de felicidad, tus compañeros te hacen el pasillo. El azul es un color importante para mí, en cierta manera puede sonar para la galería, pero mi respuesta siempre fue en la cancha. Soy un agradecido y me voy feliz”.

Siguió complementando: “ha sido un gran reconocimiento de la gente de la U que me vea como referente. Estoy muy agradecido, porque apenas sólo fueron un par de años y pareciera que fue una vida”.

Por otro lado, el Fantasista recordó cómo fue su llegada a la U, de forma casi fortuita en 2017 tras varios meses de para por su polémica salida de Santiago Wanderers.

“No soy ni quiero ser tribunero, pero soy un agradecido. Los valores marcan tendencia y cuando pedí entrenar en la U fue porque tenía conversado con Palermo y Pescara para volver a Italia. Necesitaba estar en forma… me dijeron: tienes que entrenarte unas semanas por nosotros estamos en las fiestas de Navidad y venir a principios de enero cuando volvamos a trabajar”, contó.

Sentenció: “mientras vine a entrenar a la U y Guillermo (Hoyos) me vio con tanta hambre, yo me había traído todo de Italia… Guillermo me pidió que me quedara y no lo dudé. Cuando hablé con Ronald (Fuentes) fueron 2 minutos de negociación. Era algo personal y una revancha que quería”.

Foto: Agencia UNO