El defensa central de Santiago Wanderers, Agustín Parra, tomó la difícil decisión de colgar los botines con apenas 29 años luego toda una vida ligado al cuadro caturro, al que llegó siendo un niño.

Las graves lesiones sufridas en su carrera le pasaron la cuenta y hoy el zaguero no se siente con sus capacidades al cien por ciento para ser un aporte en los porteños.

“Todo parte por mis complicaciones físicas, lo pensé desde hace mucho tiempo y no me sentía al cien por ciento. Definí que es el momento de dar un paso al costado. Para jugar en este club tienes que estar al cien por ciento, de lo contrario no sirve”, dijo a El Mercurio de Valparaíso.

Parra agregó que “siento que luché harto, hasta donde podía, y creo que no es el momento de seguir jugando. Así lo veo yo”.

Por otro lado habló de su futuro, en el que espera convertirse en director técnico para poder seguir ligado, tanto al fútbol como a su querido Santiago Wanderers.

“El fútbol es lo que me gusta, siempre fue mi sueño ser jugador. Lo conseguí y es lo que me mueve. El día de mañana lo que haga será ligado al deporte. No tengo el título de entrenador todavía, me matriculé en el INAF y mi idea es ser técnico. Para partir, considerando que aún no he estudiado, puedo trabajar en las series menores de Wanderers como buen inicio y aprendizaje para después seguir escalando”, expuso.

Antes de cerrar, recordó el durísimo choque que sufrió con el meta David Reyes ante la U en Playa Ancha el 2010, golpe que lo dejó con TEC y una secuencia difícil de olvidar para el todo el fútbol nacional.

“Fue fuerte. Ver las imágenes después fue más fuerte. Pero son cosas que ya pasaron y siempre traté de seguir adelante en cada situación adversa. Me retiro tranquilo por la carrera que hice y contento por haber jugado siempre en este club que me dio muchas cosas”, cerró.

Foto: Agencia UNO