Un hecho que roza con lo sobrenatural fue el que mantuvo con vida al legendario piloto estadounidense AJ Foyt, quien a los 83 años sobrevivió al segundo ataque de abejas africanas asesinas de su vida. Del primero, en 2005, se sabe que tuvo más de 200 picaduras solo en la cabeza. Y del segundo que fue mucho peor, por el deterioro anterior.
Más encima, en su equipo -el mismo que acogió a [[Eliseo]] Salazar y por el que el chileno ganó en Las Vegas en 1997- se tomaron el tema con humor. Mandaron a los medios un comunicado que decía “AJ Foyt vs Killer Bees: Foyt 2 – 0 Abejas”, con la palabra del tetracampeón de las Indy 500, explicando su ausencia en las 12 horas de Sebring.
“Lamento mucho no poder estar allí porque estaba esperando este fin de semana. Estaba haciendo un trabajo en mi rancho en el oeste y fui atacado por abejas asesinas. Parece que tuve una pelea con Mike Tyson y perdí. En este momento estoy tomando tantos medicamentos que no me siento bien, así que tomaré el consejo de los médicos, de descansar los próximos días”, dijo AJ.
Según informó AJ Foyt Racing, el siete veces campeón de la IndyCar estaba trabajando con su bulldozer en un rancho de Texas cuando botó un árbol y perturbó las colmenas de abejas. Luego del ataque de los himenópteros, fue conducido a un hospital local, donde fue tratado y estabilizado antes de que se le dio el alta… y vino la venganza.
“Me enviaron un avión para que me devolviera a mi casa, pero yo les dije que de ninguna manera me devolvería sin matar a esas abejas. Compré 15 galones de diésel, las esparcí e hice arder a esas bastardas. Me sentí mucho mejor después de eso”, comentó a Racer.com.
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