El fútbol mundial ha visto desfilar a grandes promesas a lo largo de las ligas más importantes. Y aunque muchos logran cumplir con las expectativas y alcanzar su máximo potencial, otros terminan recorriendo caminos totalmente inesperados, algunos marcados por malas decisiones.
Tal es el caso de Mykhailo Mudryk, joven promesa ucraniana de 24 años, que llegó al Chelsea como la gran contratación de la temporada 2023 tras su destacado desempeño en el Shakhtar Donetsk. Sin embargo, al llegar a los blues su desempeño no logró consolidarse y para peor, recibió una dura sanción que lo mantendrá fuera de las canchas por largo tiempo.
El drama de Mykhailo Mudryk
El extremo fue sancionado por la Federación de Fútbol de infracciones antidopaje tras dar positivo en una prueba de drogas.
La prueba positiva fue por la sustancia prohibida meldonium que se administró en el extranjero cuando Mudryk no estaba de servicio en el Chelsea sino cuando estaba jugando por su país frente a Albania y Georgia en noviembre del 2024.
Un portavoz de la FA declaró: “Podemos confirmar que Mykhailo Mudryk ha sido acusado de infracciones de las normas antidopaje, alegando la presencia o el uso de una sustancia prohibida, de conformidad con las Regulaciones 3 y 4 del Reglamento Antidopaje de la FA. Dado que este es un caso en curso, no podemos hacer más comentarios en este momento”.
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En un comunicado del pasado diciembre, Mudryk afirmó que su positivo en el control antidopaje fue “una completa sorpresa” y que “no había hecho nada malo”.
El internacional ucraniano, fichado del Shakhtar Donetsk por la increíble cifra de 88,5 millones de libras (118 millones de dólares) en enero de 2023 por 8 años, jugó por última vez con el Chelsea en la victoria por 2-0 contra el Heidenheim alemán en la Conference League el 28 de noviembre.
Sin embargo, no logró destacar y en 53 partidos solamente convirtió en 5 ocasiones, muy por debajo de lo que se esperaba de él.
Las normas de la FA dictan que se informa a un jugador de un positivo y se le suspende provisionalmente antes de que se tome una decisión sobre una acusación formal.
De ser sancionado, el jugador podría estar fuera de las canchas hasta el año 2029, regresando a las canchas a los 29 años y quedando solo dos años restantes de su contrato con el Chelsea.
