El francés William Remy vivió una situación tragicómica en la liga polaca de fútbol, donde si club, el Legia de Varsovia perdía 2-0 con el Cracovia.

El reloj marcaba el minuto 74 cuando el galo le entró fuerte al español Javi Hernández, por lo que el árbitro Piotr Lasyk le mostró una segunda tarjeta amarilla (le había puesto la primera minutos antes por fouls reiterados) y la correspondiente expulsión.

El juez pidió VAR para ver la jugada con detención, y luego de unos segundos llamó a Remy para que volviera a la cancha. La cara del francés era de de alegría, puesto pensaba que le había perdonado la segunda amarilla, sin embargo, efectivamente hizo retrotraer la sanción y si bien es cierto echó atrás con lo de la segunda amarilla, le sacó roja directa.

Remy no entendía nada y no le quedó otra que enfilar a camarines mordiendo la bronca por la derrota y expulsión.