En el Estadio Internacional de Jalifa se jugó una final del Mundial de Clubes de alto nivel, con dos equipos que fueron fieles a su estilo y buscaron en todo momento quedarse con el partido y la copa de campeón.

Firmino tuvo la apertura de la cuenta al primer minuto fallando increíblemente, aunque después pagaría con creces la deuda.

A los 18´ Flamengo ya tenía equiparadas las acciones y un centro de Rafinha fue conectado por Bruno Henrique que le dio mal de cabeza en una gran oportunidad para el campeón de la Copa Libertadores.

El cuadro brasileño sorprendió por su alto voltaje y por neutralizar en muchos pasajes al campeón de Europa.

El partido fue de ida y vuelta pero no había claridad en la última puntada y así llegamos a los 90 minutos cuando Rafinha derribó a Sadio Mané y el árbitro dio penal, pero al revisar el VAR terminó desestimando el cobro.

Los equipos se fueron al alargue y ahí Livepool sacó ventaja al mostrarse físicamente mucho más entero.

Minuto 99 y una gran combinación en la parte ofensiva de los Reds terminaron con Firmino venciendo el arco de Flamengo con una fríaldad que pocos delanteros tienen.

¡Salud campeón!