Este miércoles Bill Guiller, fotógrafo irlandés, fue víctima de una broma que sacó carcajadas en el estadio durante un partido de la liga de Larne.
Bill estaba acostado intentando la mejor toma con su cámara cuando el partido ya estaba en marcha, pero no puso atención en sus zapatos.
Un bromista los amarró a una reja, y Bill se dio cuenta minutos después cuando vio limitado su movimiento. Intentó liberarse pero no pudo hacerlo por su cuenta.
Bill se robó la atención del público, que reía por la cómica situación. Finalmente, requirió la ayuda de un muchacho de una ambulancia que estaba cerca.
Esperamos que Bill no se haya perdido ninguna buena foto.