Los fanáticos del fútbol no se pueden quejar al tener en pantalla en forma simultanea casi todos los días partidos de altísimo nivel en la Eurocopa y de emociones variadas en la Copa América.
Se podrá discutir la intensidad, velocidad y variantes de juego que hay en una y otra, pero si algo une a ambas competiciones, es que una de las jugadas más desgraciadas del deporte rey, el autogol, se ha hecho presente más de lo normal.
Partamos por lo nuestro: en Copa América ya se han registrado tres anotaciones por esta vía: Arturo Vidal, fue protagonista al anticipar a Luis Suárez en un tiro de esquina con tan mala suerte que su remate se metió en un ángulo imposible para Claudio Bravo.
En el partido entre Perú y Ecuador, Renato Tapia metió el balón en el arco peruano para decretar la apertura de la cuenta del Tri. Y por último, en la última jornada, por el grupo A, el arquero boliviano Carlos Lampe también fue autor de un autogol que benefició otra vez a Uruguay.
La Eurocopa, una cosa de locos
En el Viejo Contiente el autogol es tendencia desde que comenzó la Euro, ya que son ni más, ni menos, que ¡ocho! las anotaciones convertidas por esa vía.
Hay que considerar que en entre 1976 y 2016, es decir 40 años, hay un registro de nueve goles en arco propio, por lo que la competencia actual está a un tanto de empatar en un sólo torneo, el historial de cuatro décadas.
Eslovaquia se dio el lujo de anotarse con dos en el mismo partido en su derrota ante España. Portugal no lo hizo nada de mal, porque también cedió dos autogoles ante Alemania.
En el partido entre Polonia y Eslovaquia, el arquero Szczesny no pudo reaccionar cuando el balón rebotó en su espalda. Mats Hummels de Alemania, le dio el triunfo a Francia. Lo mismo le pasó al turco Merih Demiral ante Italia, el que más encima, lo hizo en el partido inaugural.
Por último, el arquero de Finlandia Lukas Hradecky, que también es compañero de Charles Aránguiz en el Bayer Leverkusen, también fue autor de un autogol para beneficio de Bélgica.