Un hecho anecdótico, pero a la vez lamentable se dio en Australia, donde dos futbolistas profesionales rompieron la cuarentena por coronavirus.

Dos jugadores de Wellington Phoenix, cuadro neozelandés que juega en la A-League australiana, no hicieron caso a las autoridades, salieron a tomar y terminaron completamente borrachos.

Los jugadores en cuestión son Oliver Sail y Tim Payne, y este último fue sorprendido manejando un carro de golf robado en estadio de ebriedad.

Tras la situación, Payne escribió en sus redes sociales que "asumo toda la responsabilidad por mis acciones y por lo que se desarrolló esa noche. He decepcionado a muchas personas, incluido mi compañero, mi familia y el club en general... Estoy increíblemente avergonzado".

Luego de la situación, Wellington Phoenix decidió realizar una cuarentena en su centro de entrenamiento.