El nombre del Lamine Diaby-Fadiga dio la vuelta al mundo pero no de la manera en la que un futbolista sueña. El joven de 18 años fue echado del Niza de Francia al confesar que robó el reloj a un compañero.
El conjunto galo dio a conocer su decisión este martes y el mediocampista un día después difundió un comunicado para pedir las respectivas disculpas por tomar el objeto valorado en unos 70 mil euros.
“Desafortunadamente, me lesioné para muchos meses y mi vuelta a la competición fue aplazado otra vez después de recibir una tarjeta roja en un partido con el equipo sub 19.Me afectó mentalmente y mi situación contrastaba con el éxito y el aura de Kasper”, dijo.
“Me desquité con él sin razón, tal vez un poco por celos. En lugar de luchar en el campo para competir con él, actué con odio.Reconocí lo que había hecho y me presenté frente Kasper, Monsieur Fournier, director del club, Patrick Vieira, mi entrenador, y Danté, mi capitán”.