El partido definitivo de la Supercopa de Europa tuvo que definirse desde el punto de penal, donde se impuso el Liverpool de Jurgen Klopp y que reafirmó el favoritsmo con que llegaban los monarcas de la Champions League luego de un 2-2 tras 120 minutos de partido.

Los blues fueron quienes pegaron primtero gracias a una gran asistencias del norteamericano Christian Pulisic, quien tomó la batuta ofensiva del equipo por Frank Lampard, y al minuto 36 puso un preciso pase para que Olivier Giroud abriera la cuenta del partido.

Los de rojo se sacaron el golpe en el comienzo de la segunda mitad, en la que dieron ingreso a Roberto Firmino, quien fue clave en el tanto del empate pues habilitó a Sadio Mané quien definió a arco vacío. La jugada fue cerrada por fuera de juego pero la jueza Sthepanie Frappart y sus ayudantes estuvieron impecables.

Para el tiempo extra, el equipo de Jurgen Klopp tomó la ventaja con un doblete del africano, de nuevo en una jugada en la que influyó Firmino. El brasileño le devolvió una pared con un buen pase hacia atrás que aprovechó Sané al 95'.

Sin embargo, rápidamente reaccionó el Chelsea y encontró igualar nuevamente las acciones luego de una pena máxima otorgada por la jueza Stephanie Frabbart. Jorginho lo cambió por gol con un sólido cobro al minuto 101 del partido.

Esto forzó que todo se definiera desde los 12 pasos donde el héroe inesperado fue el portero español Adrián San Miguel, sustituto del lesionado Alisson Becker. El guardameta detuvo el único lanzamiento fallado, con una buena reacción con los pies luego del cobro de Tammy Abraham.