Una de las amenazas que tendrá Chile este jueves en la Copa América de Brasil será un viejo conocido de nuestro fútbol. Se trata de Carlos González, delantero de la selección de Paraguay que llegó el 2013 a Magallanes con 19 años, donde se aburrió de hacer goles. Luego de eso, tuvo una larga travesía en clubes nacionales que lo catapultó finalmente en México, donde se ganó un espacio en la escuadra guaraní.

Letal en el juego aéreo y con una potencia que hace muy difícil poder controlarlo, es una de las armas con que Eduardo Berizzo cuenta para poder hacer daño en las defensas rivales. Eso a pesar de que no le ha dado muchas oportunidades en el certamen brasileño.

Ante Bolivia entró a los 68', donde fue clave en el segundo gol de su selección anotado por Ángel Romero al conectar un certero cabezazo previamente. Por lo mismo, los hinchas de la albirroja criticaron mucho al Toto Berizzo por haberlo puesto a los 87' ante Argentina, cuando los centros llovían sobre el área trasandina.

Con un solo eje de ataque, es Gabriel Ávalos, el delantero de Argentinos Juniors, quien se ha ganado ese puesto en Paraguay. Berizzo lo ha defendido debido a que ha hecho buenos encuentros y no se anima, hasta el momento, a ponerlos a ambos en delantera.

Lo cierto es que lo de González es muy interesante. En Magallanes marcó 32 goles en los dos años en que estuvo, contando el torneo de Primera B y la Copa Chile. Marca que lo llevó a Wanderers, donde apenas pudo mostrar su poder de fuego: anotó 3 goles en 24 juegos.

Así es como selló su salida de Valparaíso para ir a San Marcos de Arica. Tampoco logró mostrar lo que prometía en el cuadro carabelero, anotando apenas dos goles en once juego. Parecía estancarse, hasta que en Huachipato tuvo su renacer: doce goles en los acereros aceleraron su traspaso a México en el 2017.

Ahí ha jugado en Necaxa, Pumas y ahora en Tigres, donde ya lleva convertidos más de 50 goles. A sus 28 años parece estar en el mejor momento de su carrera, por lo que la defensa de la Roja deberá estar atento a su olfato goleador.