The Legend of Zelda es una saga icónica de la industria y tras los años, se mantiene vigente con nuevos estilos de videojuegos que han refrescado una franquicia que tiene más de 30 años. The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue el primer salto de calidad hacia un modo de juego distinto del tradicional mostrado en consolas anteriores.

El título de Wii U y Nintendo Switch abrió un paisaje completamente distinto a lo que venía ofreciendo Nintendo. El mundo abierto ambientado en Hyrule fue toda una revelación en la saga y para ser el primer paso, dejó muy contentos a los seguidores más acérrimos.

Tal fue el éxito de Breath of the Wild, que Nintendo anunció una secuela inmediata del título, con sucesos ocurridos luego de la victoria de Link sobre Ganón Calamity en el Castillo de Hyrule. Con una princesa Zelda más participativa en la investigación de las antiguas maquinarias Sheikah.

Sin embargo, antes de la secuela, en una jugada arriesgada, la compañía japonesa lanzó al mercado Hyrule Warriors: La era de cataclismo. El videojuego es estilo “musou”, una modalidad que tiene a un protagonista enfrentando hordas de enemigos en un mapa controlado.

La trama transcurre 100 años antes de lo ocurrido en Breath of the Wild, por lo que se puede ver qué ocurrió en aquella guerra que terminó perdiendo el reino de Hyrule. Las expectativas coincidieron con las ventas, pues el título ha vendido más de 3.7 millones de unidades en todo el mundo, siendo el musou más comercializado de la historia. La medición considera el año fiscal 2020-21.