La extenista Jelena Dokic vive duros momentos. La exjugadora nació el 12 de abril de 1983 en Osijek, Croacia, pero luego vivió en Australia donde obtuvo la nacionalidad. Su aparición en el primer mundo del tenis ocurrió en 1999, cuando, con apenas 16 años, venció a Martina Hingis en la primera ronda de Wimbledon y llegó hasta los cuartos de final. Dokic logró cuatro títulos WTA, destacado por una semifinal de Wimbledon y cuartos de final en otros dos Grand Slam: Roland Garros y Australia.

Pero las destacadas presentaciones en la cancha escondían una historia oscura. En 2014 decidió retirarse del tenis. Años después reconoció los líos que sufrió durante su carrera, incluyendo los abusos físicos y mentales que tuvo que enfrentar por parte de su padre. La depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático son los síntomas más evidentes.

Hoy, dichos problemas no la abandonan. En esta jornada publicó una carta en sus redes sociales, donde confesó que nuevamente intentó quitarse la vida.

En Instagram, Dokic fue clara: “28.04.2022. Casi me tiro del balcón del piso 26 y me quito la vida. Nunca olvidaré el día. Todo está borroso. Todo está oscuro. Sin tono, sin imagen, nada tiene sentido... solo lágrimas, tristeza, depresión, ansiedad y dolor. Los últimos seis meses han sido duros. Ha sido un llanto constante en todas partes".

También explicó que ha debido soportar rutinas muy duras. “Desde esconderme en el baño cuando estoy en el trabajo para secarme las lágrimas para que nadie lo vea, hasta el llanto imparable en casa entre mis cuatro paredes ha sido insoportable. Los sentimientos constantes de tristeza y dolor simplemente no desaparecen y mi vida se ha hecho añicos. Me culpo a mí misma, no creo que sea digna de amar y tengo miedo”, apuntó.

Djokic manifiesta su dolor: “También sé que todavía tengo muchas cosas por las que estar agradecida y luego empiezo a odiarme a mí misma porque al sentirme así siento que no estoy agradecida porque no debo estarlo ya que quiero terminar con todo. Un círculo vicioso en mi cabeza. El resultado: casi saltando desde mi balcón del piso 26 el 28 de abril. Nunca olvidaré el día, solo quería que el dolor y el sufrimiento se detuvieran. Me saqué del borde, ni siquiera sé cómo logré hacerlo”.

Al final, la extenista agradece a quienes le han tendido una mano. “Obtener ayuda profesional me salvó la vida. Esto no es fácil de escribir, pero siempre he sido abierta, honesta y vulnerable con todos ustedes y creo profundamente en el poder de compartir nuestras historias para ayudarnos a superar las cosas y ayudarnos unos a otros. Estoy escribiendo esto porque sé que no soy la única que está luchando. No voy a decir que estoy muy bien ahora, pero definitivamente estoy en el camino de la recuperación. Algunos días son mejores que otros y a veces doy un paso adelante y luego un paso atrás, pero estoy luchando y creo que puedo superar esto”, finalizó.