El tercer reporte de indicadores de género en las empresas en Chile 2021, que midió 447 organizaciones privadas y públicas que informan a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), afirma que la participación femenina pasó de 40,2% en 2020 a 40,7% el 2021, mientras en las gerencias de primera línea se mantuvo en 21%. En el caso de los directorios, subió de 10,5% a 12,7%.

Podemos ver a través de estos datos que existe unapresencia femenina en las operaciones de comercio electrónico y con una tendencia a seguir creciendo, ya que al ser un sector relativamente nuevo, no tiene tantas prácticas arraigadas que profundizan la brecha de género y que frenan la participación de las mujeres en el sector.

En este contexto, la Gerentade Desarrollo de Negocios de Ecomsur, Magdalena del Solar, afirma que “si bien las mujerescon base a logros, nos estamos posicionando en buenos trabajos dentro del Ecommerce; son las empresas las que deben abrir espacios para que nosotras podamos destacar en sus áreas, por lo que las estructuras de equipo equilibradas son básicos para lograr espacios donde sobresalir e instruir en su empoderamiento”.

Pero, ¿por qué cuesta abrir esos espacios aún en el 2023? El factor cultural es una de las razones por la que a las mujeres les cuesta llegar a cimas profesionales: está naturalizado en la sociedad que el liderazgo sea masculino. Equilibrar esta construcción social donde el machismo ha sido predominante, es parte del trabajo que todos debemos hacer para lograr más cupos laborales en jefaturas para ellas.

Estos espacios se crean, por ejemplo, nivelando la participación de la pareja en la crianza de los hijos, “este es solo un tema en la gran lista que se tiene; el nivelar la participación de las parejas en el hogar es el primer impulso para ayudar al posicionamiento de las mujeres en el ámbito laboral”, comentó Del Solar.

Otro factor que permite mejores oportunidades y que abre posibilidades para las mujeres es la visibilidad. Se debe contar con espacios para relatar historias de mujeres emprendedoras, empresarias y en posiciones de poder, en directorios, que sean referentes de éxito. El lenguaje construye realidades y al conocerse estos casos se inspira a que otras hagan lo mismo, dentro de las posibilidades que sus herramientas educativas permiten.

Por supuesto hay un avance en posicionamiento femenino, donde se impulsarán cambios hacia una sociedad más paritaria. Por lo mismo el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género ha propuesto una agenda 2023-2026 donde se encuentran objetivos como asegurar que las políticas públicas no produzcan ni reproduzcan discriminación, erradicar la discriminación hacia mujeres, diversidades y disidencias sexogenéricas del marco normativo.

Incidir en el actuar de las instituciones del Estado y privados frente al abordaje de la violencia hacia las mujeres, diversidades y disidencias sexogenéricas; mejorar la participación paritaria, el empoderamiento económico y la autonomía de las mujeres y desfemenizar, desprivatizar y desfamiliarizar los cuidados y el trabajo doméstico, promoviendo su socialización, acciones claras para mejorar las condiciones laborales y mejorar las oportunidades para ellas en el campo laboral.

“Es hacia allá donde debemos voltear y es responsabilidad de las mujeres que nos encontramos en puestos directivos el crear espacios donde se apoye este empoderamiento personal y profesional para las mujeres. Es un largo y arduo camino por recorrer; pero no imposible de lograr cuando se encuentra la forma adecuada para hacerlo”, comentó la directiva.