Dos títulos en cuatro temporadas alcanzó Emiliano Vecchio en su paso por Chile, donde vistió las camisetas de Unión Española y Colo Colo. Son las dos únicas coronas de su carrera, que por estos días prolonga con la camiseta de Rosario Central de Argentina.

Y aunque hizo enojar a los hinchas del Cacique hace dos semanas, cuando dijo que virtualmente había jugado para atrás para permitir que Unión fuera campeón en en 2013, el Gordo siempre ha generado interés para los fanáticos.

Pero el presente no está nada de sencillo. Las lesiones lo atormentan y piensa en el retiro recién a los 32 años, como reconoció a mediados de octubre. "Cuando no era nadie, Rosario Central me dio todo. Y si yo no estoy al cien por ciento, prefiero no seguir", advirtió.

"Para vestir esta camiseta uno tiene que estar al cien por ciento. Uno tiene que ser un ejemplo para los más jóvenes. En estos dos meses que me quedan de contrato, daré mi vida para entregarle lo máximo a esta institución", sentenció el Topo.

Luego explicó lo que le aqueja. "En diferentes momento sufro de dolor en el tobillo, con el problema en los ligamentos, pero trato de seguir mejorando desde lo físico para volver a ser el de antes", apuntaba la semana pasada.

La última controversia fue con el técnico, el histórico Cristián Kily González. Decidió sustituirlo por eñ venezolano Michael Covea, pero Vecchio no quería salir. Suplicó dentro de la cancha que no lo sacaran, pero no hubo caso y terminó peleado con el cuerpo técnico.

"Son situaciones normales", explicó el Kily, y "lo bueno es que hubo mucho diálogo y acordamos que nadie está por encima de Central. Se encargó de pedir disculpas al cuerpo técnico y a sus compañeros, estuvo buenísimo", explicó el entrenador canalla.

Lo cierto es que el ex Gordo no lo pasa bien y medita alejarse de la actividad, una fórmula que hará seguir los posibles últimos días de una carrera profesional en la que su paso por el fútbol chileno fue el quiebre para convertirse en jugador de élite.