En su regreso a la presidencia de Blanco y Negro, Aníbal Mosa traía un as bajo la manga: Harold Mayne-Nicholls como vicepresidente ejecutivo, es decir, como parte del directorio pero también con una remuneración dadas sus labores. 

Esto fue aprobado el año pasado sin mayores contrapesos, pero en el directorio de la concesionaria que rige a Colo Colo de este miércoles se acabó.

¿Qué pasó? El antofagastino no logró los votos necesarios para mantener su salario que, hasta antes de la pandemia, bordeaba los 8 millones de pesos por todas sus labores.

Según reportó La Tercera, Mayne-Nicholls necesitaba seis votos para mantener su renta, pero sólo logró cuatro: el de Aníbal Mosa, Alejandro Ascuí y los dos del Club Social y Deportivo Colo Colo, representado por Edmundo Valladares y José Miguel Sanhueza. 

En contra de que Harold mantuviera su sueldo votaron Alfredo Stöhwing, Carlos Cortés, Diego González y Ángel Maulén, todo el “vialismo”. 

Así, Harold Mayne-Nicholls seguirá como vicepresidente de Blanco y Negro, pero sin el título de “ejecutivo” y remunerado. 

 

 

Desde su ingreso a Blanco y Negro, el periodista ha sido un hombre fuerte y visible en todas las decisiones: ha impulsado la profesionalización del fútbol femenino, encabeza el proyecto de renovación del estadio Monumental y fue el que negoció con el plantel con dureza durante el conflicto salarial por la emergencia sanitaria.