El fútbol chileno vuelve a la cancha y Colo Colo debe reunirse tras el quiebre entre la directiva y el plantel, esto por el tema de los sueldos en medio de la crisis económica generada por el coronavirus y la contingencia sanitaria.
Una de las aristas más comentadas fue la distancia entre Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro, y el capitán Esteban Paredes. Ambos arrastraban una buena amistad antes de la crisis.
“Lo llamé (a Paredes) porque tenía noticias que volvíamos, si no lo llamé antes es un asunto personal. Le dije que era el momento, que les iba a llegar una notificación y que nos preparamos para el regreso”, dijo Mosa en rueda de prensa.
Agregó que “estoy confiado en recomponer las relaciones, todo tiene solución menos la muerte. Ellos, los jugadores, tienen la disposición y así lo sentí. Tenemos un camino por delante en cuanto a competencias y nos vamos a tener que ver las caras permanentemente, tendremos que salir al extranjero. Lo lógico es que nos sentemos a conversar y se hagan los mea culpa privados, no veo otro camino”.
Complementó: “todo el directorio estuvo detrás de la negociación. Otra cosa es que tuviéramos una comisión que encabezó Harold (Mayne-Nicholls), pero estuve siempre. Más allá de que hubiera estado o no, fue una decisión personal no estar, creía que la manera en que se llevaba la negociación era la correcta”.
Por último respondió a la consulta por el tema puntual de Pablo Mouche, a quien le dejaron de pagar el arriendo de su casa mientras el argentino no recibía un peso.
“El tema de Mouche es desagradable, pero mientras durara el periodo del seguro de cesantía no teníamos la posibilidad de entablar una relación con ellos, porque se podía entender de que se interrumpe. Hay varias cosas que se pudieron hacer mejor, pero tenemos una oportunidad para mirar al futuro”, sentenció.