Un futbolista amateur de la zona de Huelquén se hizo famoso de forma póstuma esta semana por anotar un gol desde su ataúd. El video dio la vuelta al mundo, pero hasta ahora nadie había profundizado en la vida de esta persona tan querida entre su entorno.

Jaime Escandar, apodado Negro Mafla por su tez morena, fue uno de los jugadores más talentosos que se ha visto en el fútbol amateur chileno. Nunca fue descubierto por clubes profesionales, pero quienes lo vieron dicen que tenía calidad de sobra para jugar en el máximo nivel.

En el momento de su muerte, Escandar tenía 37 años y aún jugaba en el equipo Aparición de Paine. Pero no sólo hacía los goles, sino que también era entrenador y preparador físico, además de gestionar otros asuntos del club.

Dio sus primeros pasos en el fútbol con el club San Alberto, que tenía la cancha justo al frente de su casa. Pero un dirigente de Aparición, equipo rival de la liga de Huelquén, lo conveció para jugar ahí.

"Lo convencimos y lo trajimos, la gente no creía que se iba a venir, porque es nacido y criado en ese club", dice Ricardo Ramírez, dirigente de Aparición a Redgol.

Jaime Escandar, el Negro Mafla, dio la vuelta al mundo con el gol que anotó desde su ataúd

Cuenta que desde que era joven que le decían Negro Mafla: "Él era hincha de la U, y a mediados de los noventas llegó el colombiano Edison Mafla, por eso le pusieron Mafla, por el tono de color de la piel".

"Escandar era extraordinario, pescaba la pelota en la mitad de la cancha, se llevaba a toda la defensa y hacía los goles", asegura Ramírez.

Dice que por su calidad debió ser profesional: "Acá en la zona hay hartos talentos, pero hay poco apoyo porque la locomoción es pésima, ir a entrenar todos los días les cuesta. Fue a probarse a algunos equipos de Santiago, pero no sé porque no llegó a ser profesional, porque tenía todas las condiciones". 

Negro Mafla era tan bueno que incluso fue comparado con Jorge Valdivia por su propio hermano, el también ex futbolista, Hugo Bravo.

 

 

"Un tiempo atrás había una selección de Hualquén en la que siempre estaba el Negro. Un día llega Hugo Bravo como entrenador, que es hermano de madre con el Mago Valdivia. Se presenta, y dice 'necesito que los presidentes de los clubes de la liga de Huelquén manden a los mejores jugadores que tengan, pero voy a hacer una excepción con Aparición y les voy a pedir altiro un jugador, al Negro Mafla, porque a él lo he visto jugar y tiene cosas del Mago'. Imagínate el mismo hermano lo comparó con Valdivia", recordó Ramírez.

La gente de la zona aún lamenta la muerte de Escandar, sobre todo por su calidad como persona, dice el dirigente: "Tenía una esencia muy especial, lo mirabas y se reía altiro. Era muy generoso, llegaba temprano para ayudar. Era entrenador, preparador físico del equipo. Era su forma de ser que le gustaba la gente, tiraba para arriba a los otros".

 

 

Sobre el video que dio la vuelta al mundo, señaló: "Se les ocurrió a los hermanos Gómez que jugaban con él. Dijimos que una de las formas de despedir al Negro puede ser con un gol. Pusimos el ataúd frente al arco, le pedimos permiso a la familia. Entonces la idea era que el último que le dé un pase fuera Aníbal Gómez, que era su compañero de ataque. Pero el papá llegó y dijo que él quería ser el último en darle el pase".

El Negro Mafla, un talento extraordinario, que sólo fue disfrutado por unos pocos. Representa a tantos otros grandes jugadores del fútbol amateur que por una razón u otra no llegan al profesionalismo. No logró la fama, pero este gol póstumo hace un poco de justicia con la enorme calidad.